RITUALES DE AMOR

A la hora de plantearte la elaboración de un ritual que tenga por objeto solucionar un problema amoroso, deberás tener en cuenta que el amor es cosa de dos y que entre los principales ingredientes que lo componen están el afecto, la generosidad y la búsqueda de la armonía. Si tu alma no alberga estos sentimientos a la hora de efectuar un ritual, es imposible que dé los resultados que buscas.

No debes olvidar que tú tienes la voluntad, el deseo y el potencial mágico para conseguir lo que anhelas, y que, de la misma manera, estos elementos también los poseerá la persona hacia la que dirigirás tu hechizo amoroso; por esta razón es imposible conseguir, mediante la magia blanca, que alguien realice una acción que no desea llevar a cabo. Lo que sí es posible lograr es que lo que tenga que ocurrir suceda de la mejor manera, procurando la mayor felicidad, en el menor tiempo posible. En toda operación mágica se producen dos tipos de cambios: uno en el exterior, ya sea en el mundo material o en la mente de otras personas; y otro interior, en lo más profundo de tu mente. Y es este último el que tiene mayor importancia, ya que te aportará claridad a la hora de alcanzar las metas que te propongas.

Para llevar a cabo cualquiera de estos rituales es imprescindible que, antes de comenzarlos, tengas muy claro cuál es tu deseo. La energía psíquica es un bien escaso y muy importante, de modo que no se puede malgastar con pruebas ni haciendo hechizos para conseguir caprichos momentáneos; por otra parte, como la voluntad es generada por el deseo, si este no es real e intenso no podrás conseguir la fuerza necesaria como para obtener resultados. Debes tener en cuenta que los hechizos no lo hacen todo; que si tras efectuarlos no permites que el cambio que se ha producido en tu interior se materialice en tus actos, si no obras de acuerdo con el nuevo estado conseguido, es imposible que los problemas amorosos se resuelvan. En ocasiones, el efecto de los rituales no se producen en la persona a la que están dirigidos sino, por el contrario obran su milagro mediante la transformación interior de la persona que lo realiza.

El ambiente mágico que se crea al efectuar la ceremonia puede aportar una luz que ilumine el interior y que aclare los deseos. Por esta razón, si en medio de un ritual tuvieras conciencia de que aquello que has propuesto pedir no es lo que realmente anhelas, es preferible no seguir adelante y dar gracias por haber alcanzado un nivel más profundo de comprensión. Este tipo de hechizos nunca deberán llevarse a cabo en momentos en los que las emociones negativas dominen la mente. Cuanto mayor sea la lucidez y la paz interior, mejores resultados obtendrás.