I.                 LAS VELAS AYER Y HOY

HISTORIA Y PREHISTORIA

En la mitología griega, la figura de Prometeo se haya íntimamente ligada a la humanidad. Desafiando a Zeus, que era el dios supremo, Prometeo se atrevió a robar el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres.

Desde ese momento el fuego se convirtió en un elemento esencial en la vida del ser humano, no sólo en el sentido material, como punto de partida para muchos avances que posteriormente se darían en el desarrollo de la civilización, sino también en el orden espiritual.

El fuego ha sido siempre el símbolo de la vida, de la energía, de la inteligencia y de la voluntad que mueve al hombre.

De hecho, el fuego y la luz, representan la esencia divina que existe en el ser humano, eso que lo distingue del resto de los animales y lo acerca a los dioses.

En el nivel material, el fuego desde el principio iluminó la oscuridad, ahuyentó la humedad y el frío y al mismo tiempo protegió a los animales a nuestros antepasados, quienes pronto lo utilizaron también para hacer más digeribles sus alimentos.

Con el tiempo, de los incendios accidentales provocados por el rayo se pasó a las hogueras, las antorchas, los candiles, las velas, y finalmente, la luz eléctrica. Pero la íntima conexión de la llama con el nivel espiritual no se ha perdido. <<Como arriba es abajo>> dice la tabla Esmeralda. La luz de la vela representa y, de algún modo, está en contacto con la luz, con el Poder Universal que nos mantiene vivos y nos ilumina desde nuestro interior.

A través de la luz de una humilde vela es posible contactar con ese Poder Universal. Las herramientas necesarias para realizar ese contacto  están al alcance de todos y son únicamente dos: la voluntad y la fe

Sin perder todo esto de vista, en las páginas que siguen vamos a ver algunas de las cosas que se pueden hacer con la luz de una vela. No te extrañes si encuentras en ellas enfoques que puedan parecer ligeros  e incluso frívolos. Las tradiciones y el folclore no siempre son supersticiones vanas. Y la tradición popular y el folclore es de dónde procede la mayor parte del contenido de este libro. Por otro lado de la magia -¿por qué no?- también puede resultar divertida.