LAS SEÑALES

Para saber si uno se encuentra embrujado, hechizado, si le han echado un mal de ojo, si le han colgado un fardo de oscuridad, o si alguien desea con toda su alma que usted padezca algún tipo de males y que la mala suerte se apodere de su destino, hay que observar las señales de las cartas del Tarot, consulta los astros o hacerse mirar por una bruja o por un vidente, para que usted descubra las señales que indiquen que usted está siendo realmente objeto de una maldición.

Todas las Mancias o ciencias adivinatorias de todos los tiempos han dedicado buena parte de su arte para descubrir y deshacer o contrarrestar los males psíquicos y brujeriles que nos puede hacer otra persona, y si últimamente se está perdiendo esta práctica es por lo delicado del diagnóstico, y porque cada vez quedan menos brujas, magos y videntes de verdadera calidad.

Hoy en día la mayoría de personas que se dedican a las ciencias ocultas lo hacen sólo por dinero, para salir del paso o para vivir sin trabajar de la inocencia, la confianza y la ignorancia de los demás. Son muy pocos los magos y las brujas de verdad, son muy pocos los profesionales de esta rama que son capaces de llevar con tino , tacto y éxito estas operaciones.
Por desgracia, hacer el mal es mucho mas sencillo que hacer el bien, y es más habitual que un mal mago o una mala bruja puede hacer magia negra y nociva, a que un mago más o menos bueno pueda hacer un encantamiento positivo y funcional.
El bien tiene que realizarse mirando los intereses de todos, tiene que operar sin dañar a nadie y sin favorecer a unos para fastidiar a otros, o en otras palabras, le es mas difícil  equilibrar la balanza kármica, mientras que el  incluso en su más superfluas maldiciones, no tiene que cuidar el equilibrio de nada. Tanto mal haces, pues tanto mal cobras y tanto mal pagas, aunque te lleve varias vidas  salir del atolladero en el que tú mismo te has metido.

El bien es mas complicado y necesita de más energía de la humildad y de más sencillez, y de menos orgullo, menos egoísmo y menos afán de protagonismo, mientras que el mal, que ya cuenta con la maldad, las guerras, las ambiciones y las trampas y crímenes que realiza la humanidad todos los días, requiere de menos esfuerzo. Un mal pensamiento o una maldición lanzada al aire, cae de inmediato en un campo de cultivo bien abonado y tiene más posibilidades de éxito que el bien. La degeneración es sencilla, basta con dejarse llevar por ella, pero la integración y la conservación se tiene que elaborar y cuidar cada día.
Por eso hay gente que hasta sin quererlo, maldice y trae la mala suerte a otros, de la misma manera que hay charlatanes de las ciencias ocultas desaprensivos que son capaces de hacer todo tipo de brujerías negras en contra de quien sea si les pada una persona interesada, ignorando que al hacerlo se está condenando al cargar con buena parte del karma negativo de quien les encarga el sucio trabajo.

Hay una serie de señales cotidianas que nos puede indicar si estamos embrujados o si alguien nos ha enviado una fuerte maldición, consciente o inconscientemente.

Estas señales se han dado en todos los tiempos y los buenos brujos las tienen bien reconocidas.

77 SEÑALES DE EMBRUJAMIENTO

  1. 1. ¿Ha sentido usted alguna vez una fatiga inusitada?
    2. ¿Tiene la sensación de que hay alguien a su lado?
    3. ¿Siente que se tropieza con objetos invisibles?
    4. ¿Se siente enfermo sin tener realmente nada?
    5. ¿Le zumban los oídos?
    6. ¿Siente un peso en la cabeza?
    7. ¿Le parece ver a alguien, como un fantasma, por su casa?
    8. ¿Siente que lleva un gran peso en la espalda, como si estuviera cargando con un   bulto invisible?
    9. ¿Se le han cerrado todas las puertas del golpe?
    10. ¿La desgracia le persigue a todas partes?
    11. ¿Siente como si le hubieran cambiado la realidad?
    12. ¿Tiene la sensación de que se ha despertado en otro universo?
    13. ¿Se le averían con demasiada facilidad los electrodomésticos?
    14. ¿Se le revienta sin motivo aparente la cristalería?
    15. ¿Le explotan los vasos sólo con tocarlos?
    16. ¿Le cuesta concentrarse en lo que le dicen o en lo que pasa a su alrededor?
    17. ¿Le cambia el humor de repente?
    18. ¿Tiene accesos de ira?
    19. ¿Se siente otra persona?
    20. ¿Se le han despertado de pronto sus viejos achaques?
    21. ¿Sueña con personas del pasado que ya creía tener olvidadas?
    22. ¿Siente impotencia o poca apetencia sexual?
    23. ¿Tienes malas ideas retorcidas y malos pensamientos?
    24. ¿Oye voces extrañas dentro de su cabeza?
    25. ¿Tiene alucinaciones momentáneas?
    26. ¿Se marea fácilmente?
    27. ¿Siente que camina casi sin tocar el suelo y a pesar de ello se siente terriblemente pesado y lento?
    28. ¿Tiene pesadillas constantes?
    29. ¿ha muerto un pájaro en su ventana?
    30. ¿ha encontrado un cadáver de una rata, un gato o una serpiente en su puerta?
    31. ¿de pronto hay cucarachas en su casa?
    32. ¿Se siente descontento sin motivo?
    33. ¿le da miedo salir a la calle?
    34. ¿Siente algún tipo de extraña amenaza sobre usted o los suyos?
    35. ¿Ha encontrado objetos extraños en su casa?
    36. ¿Ha encontrado clavos debajo de su cama?
    37. ¿ha encontrado una pata de gallina en su armario?
    38. ¿ha sentido como si algo o alguien le atravesara por en medio?
    39. ¿Nota presencias extrañas a su alrededor?
    40. ¿Siente que hay algo vivo entre las sombras?
    41. ¿Una tristeza sin sentido le embarga?
    42. ¿Siente deseos de salir de casa sin motivo?
    43. ¿Siente la necesidad de ir a un sitio, pero no sabe que sitio es?
    44. ¿Cuando se acuesta en la cama siente que se hunde?
    45. ¿Le cuesta conciliar el sueño o se despierta ala misma hora de la madrugada todos los días?
    46. ¿Todos los días y a la misma hora siente un pinchazo en alguna parte del cuerpo?
    47. ¿Hay cosas que cambian de sitio en su hogar o en su trabajo?
    48. ¿Se le derraman los líquidos?
    49. ¿Huele olores extraños, perfumes o inciensos que no tiene en casa?
    50. ¿Tiene la sensación de que alguien le observa todo el tiempo?
    51. ¿le falta el ánimo?
    52. ¿Tiene la sensación de que alguien está detrás de usted todo el rato?
    53. ¿Ha perdido la alegría de vivir?
    54. ¿Se siente como un extraño en un mundo ajeno?
    55. ¿De pronto todos le han dado la espalda sin dar motivo para ello?
    56. ¿Han dejado de crecer las plantas en su casa?
    57. ¿Los alimentos se le echan a perder incluso dentro de la nevera?
    58. ¿Se le salan los dulces?
    59. ¿Se le agria la nata o la leche aunque la tenga bien refrigerada?
    60. ¿se le pudre la fruta por dentro aunque esté hermosa por fuera?
    61. ¿Sueña con familiares o amigos que han muerto hace tiempo?
    62. ¿Tiene erupciones extrañas que aparecen y desaparecen de pronto?
    63. ¿Sufre dolores extraños que van y vienen sin causa justificada?
    64. ¿Siente como si todo estuviera en su contra y nadie le comprende?
    65. ¿Le ha desaparecido ropa últimamente?
    66. ¿Echa en falta una corbata, unas zapatillas o un pijama que utilizaba muy a menudo?
    67. ¿Siente un vacío muy intenso en el `pecho o en la boca del estómago?
    68. ¿Se siente tremendamente preocupado sin motivo aparente?
    69. ¿Tiene una constante sensación de desasosiego?
    70. ¿Tiene palpitaciones y malos presentimientos?
    71. ¿le han cambiado completamente el carácter últimamente?
    72. ¿Siente como si los demás lo culparan de todo lo malo que le pasa?
    73. ¿Siente como si sus seres queridos le hubieran dejado de querer?
    74.  ¿Tiene la sensación de moverse dentro de un tubo blando?
    75.  ¿Tiene la sensación de esta atrapado en una tela de araña?
    76. ¿Últimamente no da una a derechas y no encuentra la salida?
    77. ¿se le están cerrando todas las puertas de una manera absurda?

Muchas de estas preguntas nos podrían remitir a personas histéricas o esquizofrénicas, a gente depresiva o angustiada, pero no hay que ir tan lejos para experimentar la sensación de que las cosas no están sucediendo de una manera natural.
SI uno comete errores es lógico que las cosas no le vayan muy bien. SI uno hace el mal a los demás, es lógico que tarde o temprano se encuentre con la reacción de los afectados. SI uno defrauda y engaña, es lógico que tarde o temprano se encuentre con la horma de su zapato. Y hasta es posible que uno sea ingenuo y poco previsor y que los problemas le pillen un poco o bastante desprevenido.
Pero a veces las cosas comienzan a salir mal sin motivo aparente. Si una persona que lleva una vida normal de pronto se encuentra que todas las puertas se le van cerrando, ahí hay algo más que simple mala racha o temporada de mala suerte.

Por supuesto todos tenemos problemas y que las desgracias nunca vienen solas, y también es cierto que el camino de la vida es sinuoso y a veces podemos estar arriba de la misma manera que en otras ocasiones estamos abajo. Pero cuando todo nos sale mal, cuando todo se pone en nuestra contra, como en las películas melodramáticas de los años 40, hay algo más que una simple etapa de desgracias encadenadas.

No hay que sacar las cosas de su cauce, ni hay que pensar que todos nuestros males nacen de las maldiciones y las brujerías que los demás puedan hacernos. La mayoría de nuestros problemas nos lo buscamos nosotros mismos y ante los imponderables del destino y ante la fuerza salvaje de la naturaleza no podemos hacer nada. Pero sí hay que reconocer que además de las causas naturales o inevitables de nuestros males, hay una fuente de maldad que a veces nos empuja a los abismos de la mala suerte.
Cualquier mal pensamiento, cualquier ira, cualquier rabia y hasta cualquier envidia o revanchismo puede hacernos daño. Y si cosas tan sencillas como éstas pueden incidir en nuestra mala suerte, una brujería negra puede causarnos el mal de una forma más directa e hiriente.
Una persona de temperamento negativo puede ponernos de mal humor, chuparnos la energía y hasta hacernos padecer dolores de cabeza, malestar general y cansancio. Hay vampiros energéticos que se cargan las pilas con nuestra energía negativa, y a veces pueden ser nuestros propios padres, nuestros hijos, nuestros compañeros de trabajo o hasta nuestra querida pareja.  Y hasta es posible que seamos nosotros mismos los que contagiamos nuestro mal humor y nuestro desánimo a los demás, es decir, que nosotros mismos podemos ser vampiros energéticos, personas gafes o portadoras de desgracia para los demás.
Para ello no tenemos que esforzarnos ni desear el mal a los demás, con tener temperamento sucio, retorcido o negativo es más que suficiente, porque de la misma manera que la risa y el buen humor se contagian, la desilusión  y el desánimo, la pesadez y la rabia se esparcen por todos lados. Ya lo decían nuestros abuelos;  basta una manzana podrida para echar a perder todo el cesto.

Pero este tipo de experiencias cotidianas no son exactamente brujerías que vayan en nuestra contra, como no lo son los puntos magnéticos negativos que puedan pasar por debajo de nuestra casa para impedirnos el sueño o para ponernos de mal humor por nada.

Hay brujerías que no funcionan si no se hacen a través de un bebedizo, y hay otras que necesitan del miedo o el susto de la víctima, como el poner una cruz invertida en la puerta de quien odiamos, un gato muerto o cualquier otro símbolo de maldad que sea capaz de amedrentar al destinatario del embrujo.

De esta maneta podríamos clasificar las brujerías en tres grandes grupos:

Por supuesto, las hay que necesitan de las tres cosas para funcionar, ya que la intención, el brebaje y la sugestión tienen un mayor efecto si se utilizan conjuntamente de la misma manera que hay brujerías que funcionan prácticamente por si solas.
La fuerza de la brujería radica en buena parte en la intención, buena o mala, con que se hace, pero esto no impide que una pócima afecte, de una manera  u otra, a quien se la beba, aunque sea por accidente.

En el caso de la brujería por impresión, el resultado depende mucho de lo sostenible o impresionable que sea el destinatario. Una persona muy influible sufrirá de una manera más viva la brujería, mientras que una persona a la que no le afecten ciertas impresiones apenas si notará los efectos del embrujo.
Nuestra mente es más complicada y más poderosa de lo que creemos, y es a través de ella que las brujerías toman forma o se pierden en la nada, por eso, si nuestro pensamiento es fuerte y positivo tendremos más capacidad de salir ilesos de las malas artes, y de salir beneficiados con las brujerías positivas.

SEÑALES ONÍRICAS DE EMBRUJAMIENTO

Otras fuentes que nos puede indicar si estamos embrujados o no son los sueños, ya que dentro de ellos percibimos cosas que nos pasan por alto en la vida real.
En los sueños se despiertan nuestros temores y nuestros miedos, y también en ellos se encienden las señales de alarma que nos indican los peligros a los que estamos expuestos más allá de lo que consideramos real.
Nuestro ser etérico, cuerpo astral, espíritu o como quiera llamársele, suele tener su propia vida y sus propios sistemas de defensa, el problema es que rara vez conectamos con el, y cuando logramos el contacto, rara vez le entendemos.

También podríamos llamarlo el inconsciente, es decir, esa parte de nuestra psique que recibe los mensajes subliminales de la vida cotidiana que conscientemente no vemos o no entendemos. En la vida cotidiana  y consciente podemos pensar que no tenemos enemigos y que nos llevamos más o menos bien con todo el mundo, pero nuestra psique, que tiene el ojo más agudo, descubre los signos y las señales de la gente que no nos quiere ni aprecia tanto cuando suponemos.

Cuando llega la noche y nos entregamos en brazos de Morfeo, el dios de los sueños, nuestra psique intenta ponerse en contacto con nosotros para revelarnos los problemas que ha detectado a lo largo del día y que nosotros no hemos podido ver de una manera consciente. Cuando estas señales son muy fuertes, podemos llegar a tener verdaderas pesadillas, monstruos, peleas y demonios atacándonos y poniéndonos en peligro constantemente.
Ante señales tan fuertes y evidentes, nuestro consciente se revela y nos obliga a despertarnos para huir de los males que nos aquejan, y urgiéndonos a prepararnos para la contienda en el campo real. Pero a veces hacemos caso a las pesadillas y otras veces no, porque en cuanto despertamos el consciente y el inconsciente se desconectan, y olvidamos las señales de peligro que se nos han mostrado durante el sueño.
Por supuesto que si sólo tenemos un par de pesadillas al año no debemos preocuparnos de nada, pero si las pesadillas son frecuentes está claro que el inconsciente quiere decirnos algo y nos previene de lo que pueda suceder en la vida real.

También es obvio que no todos los sueños son premonitorios, ni señaladores de peligros ni amenazas oníricas que nos circundan, ya que buena parte de ellos simplemente responden a nuestras ilusiones, ansias y demás proyecciones de la vida cotidiana, simples deformaciones o exageraciones de lo que vivimos todos los días contrastando con lo que queremos r.

Por eso, hay que prestar atención a la siguiente lista de sueños, ya que en ellos sí que se puede esconder una señal de  embrujamiento o vaticinio de mala suerte para un futuro más o menos inmediato:

... Soñar que se sufre un accidente será una señal de próxima mala suerte y hasta de correr el riesgo de sufrir ese accidente si dentro del sueño vemos sangre, ya sea propia o ajena. Si no hay sangre, el accidente será leve o simplemente nos indicará que una persona de Aries, Leo o Sagitario desea nuestra mala suerte.

... Soñar con fuego o soñar que nos quemamos, también es señal de que una persona de Aries, Leo o Sagitario  desea nuestro mal, y si en el sueño hay sangre o muerte, es muy posible que lo consiga, por lo que debemos protegernos inmediatamente, ya sea con autoprotecciones mentales o a través de una limpia.

... Soñar con tormentas de viento, huracanes o tornados, que nos elevan por los aires, es señal de que una persona de Géminis, libra o acuario está pensando poco positivamente en nosotros, y que no nos desea ningún bien. Si nos hacemos daño físico en el sueño a consecuencia de la ventolera, necesitamos protección mágica de inmediato.

... Soñar con inundaciones, desbordamientos de ríos y demás desgracias relacionadas con el agua, es señal que una persona de Cáncer, Escorpio o Piscis no está nada contenta con nosotros e intenta hacernos pagar su discordia. Y si los efectos del agua desbocada en nuestros sueños pasa a mayores, necesitaremos una limpia urgentemente.

... Soñar con terremotos, erupciones volcánicas, explosiones, derrumbes de edificios o cosas por el estilo, es señal que una persona Tauro, Virgo o Capricornio no está muy contenta con nosotros. Y si soñamos que a causa de estas catástrofes morimos aplastados o desangrados, es muy aconsejable que nos curemos en salud protegiéndonos mágicamente.

... La caída de dientes, un sueño clásico, es señal de debilitamiento, enfermedad, dolor y hasta muerte, pero rara vez afecta directamente a quien lo sueña, así que la protección mágica deberá dirigirse a las personas que nos rodean.

... Cuando se sueña una boda sucede algo parecido,  ya que generalmente a las personas que soñamos delante del altar son las que van a sufrir la mala suerte. Si somos nosotros mismos los que vamos a casarnos, urge que nos hagamos una limpia y que nos protejamos contra lo que pueda venir, ya que este sueño es señal de rompimientos bruscos y hasta de muerte.

... Soñar que la muerte nos señala con su dedo, indica, nos indica clara y directamente que estamos a punto de sufrir un quebranto, una enfermedad peligrosa y una gran pérdida. Así que, en cuanto tengamos un sueño donde la parca nos apunta con su dedo o su azadón, más vale que nos protejamos mágicamente contra ella.

... Soñar con oro es buena señal, pero soñar sólo con billetes y monedas suele indicar traición y malquerencia o revanchismo de la gente que nos paga en el sueño, así que hay que protegerse mentalmente contra ésta, por más que nos parezca inofensiva o por más que creamos que sea buena señal que alguien nos dé riquezas.
En el plano onírico, muchas veces, las cosas son lo contrario de lo que parecen, por eso soñar con excrementos, insectos, animales extraños y/o desnudez propia, son señales de buena suerte, mientras que los sueños de abundancia y de riqueza suelen ser señales de pobreza y mala suerte.

... Soñar con animales que nos atacan, sobre todo si son animales a los que tememos en la vida diaria, es señal de que gente de un plano inferior al nuestro, ya sea intelectual, moral, social o económico, quiere hacernos daño. Los empleados, los sirvientes y hasta los amigos que envidian nuestra posición, son representados en nuestros sueños por esos animales que intentan atacarnos, y por lo tanto, hay que protegerse.

... Soñar con barreras, callejones encerrados, calles estrechas y lugares o caminos donde nos encontramos perdidos y sin poder avanzar, es señal que gente de nuestra misma altura, o competidores del ramo, están haciendo todo lo posible para evitar que avancemos. Este tipo de sueños indica que la competencia quiere arruinarnos para beneficiarse con nuestra derrota, así que, en caso de soñar con obstáculos, es recomendable hace una limpia al negocio y auto protegernos mágicamente de dichos ataques.

... Soñar con encierro, abandono, soledad y vacío, es señal de que la gente que está por encima de nosotros no quiere dejarnos crecer, independizarnos, liberarnos o alcanzar su misma altura, y que hará lo que tenga en su mano para seguir sojuzgándonos y manipulándonos. Por eso, y aunque  se trate de nuestro superior en algún campo de la vida, hay que auto protegernos mágicamente contra ellos.

... Cualquier sueño doloroso s señal de problemas, y nos indica claramente que debemos prepararnos para luchar contra el mal que se avecina, adelantándonos a sus movimientos.

... Soñar pesadillas constantemente es una clara señal de que alguien o algo, desde una persona hasta un grupo o una secta, intenta tenernos ligados y atrapados para siempre, por lo que debemos recurrir a la magia para liberarnos de su acoso y de sus lazos, aunque en la vida cotidiana nos parezca que no pasa nada.

... Incluso no recordar nunca los sueños, puede ser señal de que alguien o algo nos tiene atrapados por medio de la brujería o la magia, o bien, como sucede más a menudo, es señal de que hay algo tan terrible o inconfesable en nuestro interior, que levantamos una barrera entre la realidad y los sueños para que no trasluzca la parte oscura que llevamos dentro. Aunque, por otra parte, lo más posible es que sólo se trate de casos de mala memoria, sobre todo si tomamos en cuenta que los sueños empiezan a borrarse y a desvanecerse en cuanto comenzamos a despertar y a recobrar la conciencia del mundo cotidiano.

Dicen que soñar no cuesta nada, pero también dicen que la vida es sueño y los sueños, sueños son, y que a veces no sabemos distinguir la realidad del sueño, o bien que muchos de nosotros soñamos despiertos. Pero cuál es la realidad y cual es la fantasía de la vida, lo onírico o lo cotidiano, lo mágico o lo científico, lo supersticioso o lo racional.
Nadie puede decirlo con certeza, porque la vida que hay en los sueños puede ser mil veces más rica que la vida que creemos real, porque al fin y al cabo todo es una interpretación que hacemos a través de ese filtro mágico y misterioso que es la mente.