SELECCIÓN DE HECHIZOS Y CONJUROS RÁPIDOS PERO MUY EFECTIVOS…
No quisiéramos finalizar este libro sin una breve pero interesante selección de
estrategias, usos y rituales de muy rápida aplicación y efectividad. Como verá
el lector se trata casi de conjuros de emergencia.
ANTE UN ATAQUE
Si nos da la sensación, si creemos que nos sentimos atacados o perturbados
psíquicamente por otra persona, procederemos a decir su nombre en voz alta cinco
veces al tiempo que cruzamos los dedos índice y corazón de ambas manos y
mantenemos los brazos en cruz. Tras adoptar esta postura diremos: “Fuera, fuera,
fuera. No puedes contra mí. Te conjuro para que mengüe tu poder”
PARA LAS DISCUSIONES…
Si ante un determinado tipo de personas generalmente
discutimos, tenemos problemas o
salimos de ellas con malestar, podemos conjurar una
protección. Para proceder debemos cruzar los brazos sobre el pecho de forma que
las manos descansen sobre los hombros. Manteniendo dicha postura llevaremos a
nuestra mente la imagen de la persona con la que siempre discutimos y diremos en
voz alta: “Ahora me protejo de ti, para no
discutir contigo”. Si pese a todo sabemos o intuimos que la discusión se va
a producir diremos: “Ahora me protejo de
ti, para que tu negatividad en la discusión que se producirá no me afecte ni me
hiera en lo más mínimo”
PARA LAS ENVIDIAS…
Si sabemos con certeza que somos envidiados por alguna
persona, y que ello nos puede repercutir en hacernos algún tipo de mal, nos
colocaremos frente a un espejo y mirando fijamente los ojos de nuestro reflejo
diremos en voz alta: “Me siento protegido
y libre, que dios te ampare y te separe de mí”
PARA EVITAR DISCUSIONES EN EL TRABAJO…
Prepararemos un saquito ceremonial de color azul oscuro, el
color de la mente. En su interior colocaremos una hoja de menta
(color verde que da paz) por cada una de las
personas que trabajan con nosotros. Cerraremos el saquito y sosteniéndolo entre
las dos manos diremos en voz alta:
“Conjuro estas hierbas para que me proporcionen armonía y para que allí donde se
encuentren den paz en especial a (nombre de la persona)” Tras la invocación
dejaremos el saco una noche al raso y después de dicho periodo de tiempo lo
llevaremos a nuestro puesto de trabajo, bien en el bolso o en la cartera.
PARA LAS PESADILLAS…
Si durante la noche hemos tenido inoportunos sueños y
pesadillas, debemos conjurar las energías para que nos dejen tranquilos, para
ello adoptaremos
con la mano una postura mágica que consistirá en
alargar todos los dedos meñique, índice y pulgar, y recoger los otros.
Manteniendo las dos manos en esta posición, diremos:
“Conjuro a las criaturas de la noche para
que me dejen descansar, para que no me perturben y con esta postura les haga
saber que me encuentro protegido”
REMEDIO DE URGENCIA CONTRA EL MAL DE OJO…
Si de pronto un día nos levantamos con la sensación de que
algo extraño pasa y creemos que verdaderamente nos están haciendo malo de ojo,
debemos actuar con extrema rapidez, por ello tomaremos una cabeza de ajos,
separaremos todos los dientes y los situaremos en un recipiente al que
añadiremos un poco de alcohol de quemar. Al tiempo que pensamos en alejar el mal
de nosotros, prenderemos el líquido y nos concentraremos
en alejar el mal de forma inmediata mientras
observamos la combustión de los ajos.
Cuando el fuego se apague, procederemos a guardar los ajos
en una bolsa de basura y lo tiraremos fuera de la casa. Es importante que en el
momento que tiremos la bolsa digamos mentalmente:
“Ahora elimino de mí todo el mal…”
PARA DULCIFICAR LA PAREJA…
Si hemos padecido alguna discusión con nuestra pareja y
deseamos dulcificarla, o simplemente queremos tener mejor relación, debemos
tomar un tarro y llenarlo de miel. Mientras pensamos en dulcificar la relación
de pareja, escribiremos en un papel el nombre de la persona amada y lo
introduciremos en el tarro con miel.
Una vez introducido el papel, invocaremos y diremos en voz alta:
“Que esta dulce miel ablande tu corazón (nombre de la persona) y dulcifique
permanentemente nuestro amor”
SISTEMA PARA PURIFICAR LA CASA DE FORMA RÁPIDA…
Para este procedimiento tan sólo necesitaremos contar con un poco de carbón del
que usaremos habitualmente para hacer una barbacoa. Un par de ramas generosas de
romero y una rama de tomillo y un cuenco metálico.
Haremos una pequeña fogata en el interior del cuenco y cuando los carbones ya
estén prendidos, iremos tirando sobre ellos las plantas indicadas. A partir del
momento que veamos que sale humo purificador, comenzaremos a rezar un
padrenuestro. Al tiempo iremos caminando por toda la casa.
Dejamos al lector el orden en que quiera desplazarse por las habitaciones de la
casa. Es decir, podemos comenzar por la puerta de entrada de la vivienda e ir
profundizando por la misma o bien iniciar la sesión por cualquier otro lugar.
Las personas que no sean religiosas, deben actuar con el
mismo respeto e interiorización que las que lo sean.
Al tiempo que van recorriendo la casa se
mentalizarán que, con la acción que está realizando, están eliminando todo tipo
de malestar de su domicilio.
CONJURO ALEJADOR DE LA MALA SUERTE…
Quizás de pronto, un día, parezca que las cosas no van bien en el hogar. La
normalidad de otras jornadas se ve alterada por cualquier circunstancia. Surgen
averías, se rompen cosas o incluso tropezamos. Si por cualquier causa
consideramos que nuestra casa ha sido visitada por la mala suerte, lo primero
que debemos hacer es no perder la calma. Después abriremos todas las ventanas de
la casa para que se airee y nos prepararemos a lanzar un conjuro. Antes de
hacerlo encenderemos una vela de iglesia (de las pequeñas) en cada habitación
Concentrado en alejar la mala suerte extenderemos los
brazos hacia adelante mientras con nuestras manos adoptamos la posición múdrica
de la cornamenta, es decir, alargamos los dedos índice y meñique y recogemos el
resto. En esta posición, diremos en voz alta y en cada una de las habitaciones:
“Conjuro,
conjuro, conjuro, al mal, a lo negativo e inarmónico, para que en este mismo
momento abandone este hogar. Invoco la fuerza de dios, para que ventile esta
casa, purifique sus estancias y me dé la paz que necesito”
Si lo deseamos podemos repetir el conjuro anterior durante cinco días seguidos,
para así perseguir la buena suerte…
RITO PARA HALLAR LA PAZ PERDIDA…
Si estamos viviendo una época de muchos nervios o impaciencia, podemos reducirla
con un simple remedio basado en el humo.
Nos colocaremos en la habitación central de la casa. En un
espacio despejado de al menos un metro cuadrado, trazaremos un círculo con
pimienta y sal. Sobre este círculo colocaremos numerosos conos de incienso con
aroma
de lavanda, como mínimo doce, uno por cada hora de un reloj
imaginario. Los prenderemos y acto seguido nos situaremos en su interior.
Nos pondremos en pie, en el interior del círculo y con los
ojos cerramos diremos en voz alta:
“Que este humo purificador me de la paz que necesito. Que
limpie mi alma y calme mi mente”
Repetiremos la invocación anterior cuatro veces, mirando en cada una de ellas a
un punto cardinal: norte, sur, este y oeste.
Tras la última invocación realizaremos tres respiraciones profundas y daremos
por finalizado el rito. Eso sí, dejaremos que los conos de incienso se consuman
hasta el final.
HERRADURAS CONTRA LOS INPORTUNIOS…
En ocasiones estamos tranquilamente en casa y nuestra armonía se ve alterada por
esas visitas inoportunas que, además, nunca se van. Para intentar acelerar la
marcha de estas personas, podemos recurrir a la magia de las herraduras.
Comenzaremos por conseguir una herradura, preferentemente usada. En caso de no
disponer de ella utilizaremos una nueva, pero que sea de una medida apropiada.
Pondremos a hervir la herradura en agua con vinagre, zumo de limón y amoniaco.
Tras veinte minutos de hervor, dejaremos que la herradura se enfríe y acto
seguido, procederemos a envolverla en una tela de color amarillo. Seguidamente
la dejaremos reposar al sol y serena durante dos días. Pasado este tiempo
tomaremos la herradura con las manos y con voz fuerte y segura diremos:
“Que esta herradura, preparada para facilitar el tránsito por los caminos de la
vida, sea de gran ayuda para que quienes no son gratos en mi hogar, encuentren
su ruta fuera de estas paredes”
Tras la invocación procederemos a guardar la herradura en el salón o habitación
en la que habitualmente recibimos a las visitas. Otro buen lugar puede ser tras
la puerta de entrada de la casa.