DIA 11
¿Alguna vez
ha deseado volar como Superman, cruzando los
continentes por encima, o atravesando la
vastedad del espacio, sin más esfuerzo que
el que realiza para caminar por la calle?
¿Le gustaría visitar el Louvre de París o
las ruinas incas y haber regresado a casa a
tiempo para ver la supercopa? ¿Quiere
explorar el Antártico sin ni siquiera tener
frío? Si es así, soñar que vuela es lo suyo.
Soñar que
se vuela puede ser una de las experiencias
de sueño lúcido más gozosas, cercana incluso
al éxtasis. La sensación de volar durante el
sueño puede ser tan maravillosa como
cabalgar sobre el Cíclope o tan
tranquilizadora como una semana de puestas
de sol en la playa. Incluso puede salvarle
la «vida» en el caso del sueño más
aterrorizador de todos los tiempos, la caída
interminable. Más todavía, una vez que haya
aprendido a volar en sus sueños lúcidos,
habrá adquirido un modo de transporte en los
sueños que puede llevarle prácticamente a
cualquier lugar en el reino mágico de la
realidad del sueño: incluso hacia atrás y
hacia adelante en el tiempo.
Para volar
en los sueños es útil aprender una versión
avanzada de la técnica de incubación del
sueño:
Asegúrese
de que el entorno del sueño exterior
refleja su intención primaria: ser
consciente de sus sueños. Para señalar esta
intención a su mente inconsciente, le
sugerimos que elija lo que llamamos un
símbolo de lucidez y lo coloque en la
habitación en la que va a dormir. Este
símbolo de la lucidez puede ser una imagen
del universo, una atractiva lámpara estilo
Tiffany, un globo ocular de goma de un
catálogo de novedades, o cualquier otra cosa
que le sirva como recordatorio simbólico
personal de su intención de tener un sueño
lúcido. Recuerde que el símbolo no trata de
inducir un sueño particular, sino
más bien servir como recordatorio de su
objetivo general.
Cuando
haya elegido un símbolo de lucidez y lo haya
colocado en su entorno del sueño, realice
las actividades normales del día. Tal como
hizo en los días 8 y 9, siga practicado con
frecuencia comprobaciones de la realidad y
reafirmando su intención de tener un sueño
lúcido.
Conforme
pasan las horas, decidirá también un destino
para el sueño de la noche: su vieja casa de
los años 50. Hong Kong hacia el año 3089, o
incluso Sidney, Australia, en épocas
prehistóricas. Con independencia de cuál
sea el lugar y el período de tiempo que
elija, sutilmente contemplará el foco
intencionado de ese sueño durante el día.
Sea específico. Cuanta mayor sea la
precisión con la que exprese el destino en
el que desearía tener el sueño, más
probabilidades tendrá de experimentar
realmente el encontrarse allí, por la noche,
en sus sueños.
Más tarde,
aproximadamente una hora antes de acostarse,
rodee su símbolo de lucidez con potentes
imágenes de incubación que le recuerden el
sueño que piensa tener. Por ejemplo, si
quiere soñar con la Guerra de Secesión,
puede poner una imagen de Abraham Lincoln o
una pequeña bandera confederada. Si quiere
pasar la noche con Gumby, puede colocar una
caja de Play-Doh y una figura de Gumby de
juguete junto a su símbolo de lucidez.
Disponga todas las imágenes u objetos de
incubación de una forma estéticamente
interesante, colocando incluso alguno de
esos objetos en la cama, si así lo desea.
También puede mejorar la atmósfera quemando
incienso o poniendo una música que le
resulte particularmente proclive a su
experiencia del sueño lúcido deseado.
Antes de
apagar la luz y disponerse al sueño,
siéntese ante el «altar del sueño lúcido»
que haya creado y elabore mentalmente, una
vez más, el destino deseado de su sueño
lúcido. Después, utilizando el rotulador
especial, describa el destino en su diario
de sueños utilizando una sola frase. Sea lo
más preciso posible. Si, por ejemplo, desea
experimentar la Guerra de Secesión, escriba:
Esta noche regresaré al tiempo de
Abraham Lincoln; incluso puede hacer un
dibujo de su famoso sombrero de copa.
Debe
recordar también concentrarse en su
intención de tener lucidez durante ese
sueño. Para eso, tras la primera frase
escrita en el diario, ponga otra", como
ésta: La próxima vez que sueñe con la
Guerra de Secesión reconoceré que estoy
soñando. En cuanto lo haya hecho,
apague la luz y duérmase.
Siga
concentrándose en el destino deseado y en su
voluntad de tener un sueño lúcido conforme
se va quedando cada vez más profundamente
dormido. Represéntese mentalmente los
objetos de incubación que ha colocado en la
habitación. Recuerde tranquilamente su
intención de soñar con ese tema. Recuerde
también que al despertar se acordará de
todos los detalles de los sueños
relacionados con el tema.
Como una
alternativa para inducir un «tema de sueño»,
los soñadores lúcidos pueden utilizar la
incubación de sueños para solucionar
problemas creativos o personales. Si todavía
se está preguntando lo que debe hacer con su
novio Melvin, por ejemplo, centre en él sus
pensamientos durante todo el día. Ponga una
foto suya junto a su símbolo de lucidez. Y
por la noche, antes de acostarse, escriba en
el diario: ¿Qué debo hacer con Melvin?
O ¿amo realmente a Melvin?
Dígase a sí misma que durante el sueño
quiere tener una mayor percepción de esa
relación, y ser consciente de la experiencia
mientras sueña. Más tarde, si se da cuenta
de que está en un sueño, incluso puede
buscar conscientemente a Melvin, para
hablar con él de esos temas.
Por otra
parte, si le interesa alguna cuestión de
cosmología, piense en agujeros negros, o en
la curvatura del espacio. Cuando llegue a
casa, ponga en el entorno del sueño una foto
de la Vía Láctea, y antes de irse a la cama
por la noche formule un objetivo apropiado.
Por ejemplo, puede decidir visitar el lado
más lejano de Neptuno durante un sueño
lúcido. Luego, describa su intención lo más
claramente en el diario: Esta noche
visitaré Neptuno y sabré que estoy soñando.
Si conjura a Neptuno en un sueño
lúcido, quizá luego decida buscar al físico
Stephen W. Hawking relajándose bajo las
estrellas. Podrá preguntarle por el lugar de
la masa perdida del universo, o por el
secreto para unificar en una las cuatro
fuerzas de la naturaleza.
Siéntase
en libertad de innovar la adaptación de la
técnica de incubación del sueño lúcido que
mejor convenga a sus necesidades
personales, creativas o intelectuales. Por
ejemplo, en lugar de incubar simplemente un
escenario general del sueño, puede invitar a
sus sueños a personajes específicos. Incluso
puede buscar guías del sueño que hayan
muerto. Por ejemplo, Ernest He-mingway puede
decirle cómo superar el bloqueo del
escritor, dándole entretanto la idea para
una novela de gran éxito.
Le
recomendamos que se enfrente lenta y
realistamente al proceso de incubación del
sueño lúcido. Ahora que ha estudiado la
técnica básica, puede dejar que cada pequeña
experiencia de éxito le ayude a fortalecer
la confianza en sus capacidades creativas
para el sueño antes de añadir dimensiones de
complejidad adicional. Cuanta menos presión
ponga sobre sí mismo y más relajado esté en
el proceso, más probable es que experimente
sus sueños deseados.
Asegúrese
de que su santuario del sueño personal
refleja sus intenciones: en este caso volar
en sus sueños lúcidos. Para empezar, examine
su símbolo de la lucidez. Aparte de él todas
las otras imágenes y objetos sustituyéndolos
por imágenes de aves, aviones o incluso de
Superman volando.
Después,
salga de casa y realice las cosas
cotidianas. Tal como ha hecho en los días
anteriores, siga con comprobaciones de la
realidad y reafirme su deseo de tener un
sueño lúcido. Pase también una buena parte
del día pensando en lo que le gustaría volar
en sueños. Le sugerimos también que mientras
camina durante el día mire hacia el cielo y
observe el vuelo de pájaros y aviones. Si
tiene tiempo, puede visitar incluso un
aeropuerto, o ver algunos episodios de las
series antiguas de Superman
protagonizadas por George Reeves.
(Recomendamos éstas y no las películas más
recientes de Christopher Reeve simplemente
porque en la versión original el personaje
vuela más tiempo.) Cuanto más piense en el
proceso de vuelo, más probabilidades tiene
de volar en sueños y de mantener al mismo
tiempo la lucidez.
Al
regresar a casa tras las actividades del
día, recuerde cualquier sueño de vuelo que
haya tenido en el pasado, y decida un
destino para su sueño. Acuñe una frase clave
para el sueño de vuelo y repítala. Por
ejemplo, puede decir quiero volar,
o esta noche volaré, o esta
noche volaré hasta Papua, Nueva Guinea.
Antes de
irse a la cama, pase algún tiempo
relajándose en su entorno de vuelo y
observando tranquilamente su símbolo de
lucidez y las imágenes de incubación del
vuelo que ha elegido para su altar del
sueño. Después, utilizando su rotulador
especial, escriba su frase de incubación
del sueño describiendo su deseo de volar en
el diario de sueños. Si tiene en mente algún
destino específico, menciónelo también. Una
frase simple, como las que hizo antes, será
la que mejor funcione.
Deje ahora
el diario de sueños y apague la luz. Cuando
empiece a dormirse repita silenciosamente
la frase que acaba de escribir. Siga
concentrándose en su intención de volar y de
ser lúcido en sueños. Concéntrese también
en el destino del sueño. Represéntese las
imágenes del vuelo que ha colocado por la
habitación. Imagine la sensación de
ingravidez, o véase a sí mismo volando como
un planeador; elija las imágenes de vuelo
que le resulten más cómodas. Tranquilamente,
concédase permiso para soñar en ese tema y
para ser consciente del sueño. Adviértase
también que al despertar recordará todos los
sueños relacionados con el vuelo.
Nota. Si ha despertado de un sueño
en cualquier momento de la noche, utilice el
enfoque de ir hacia atrás en un sueño para
ayudarse a estimular un sueño lúcido de
vuelo. Tras despertar espontáneamente de un
sueño, quédese tranquilamente acostado en la
cama, sin moverse ni abrir los ojos, y
piense en el sueño que acaba de tener.
Manteniendo un estado de semicons-ciencia,
rehaga los detalles del sueño del vuelo que
le gustaría experimentar, y mientras va
hacia atrás en el sueño dígase mentalmente
esta noche volaré. Imagínese
volando hacia el destino elegido en el sueño
mientras se queda más y más profundamente
dormido. Aunque no experimente
inmediatamente un sueño lúcido de vuelo
completo la primera vez que practique el
ejercicio, es muy posible que lo tenga en
breve tiempo.
Nota. Como siempre, debe practicar
comprobaciones de la realidad siempre que
crea que puede tener un sueño lúcido. Si se
descubre a sí mismo volando sin ayuda
mecánica, tendrá una evidencia convincente
de que está soñando. Si se da cuenta de que
está soñando pero no ha experimentado
todavía el sueño del vuelo, utilice esa
oportunidad para acordarse de volar. Ponga
los brazos por encima de la cabeza y láncese
al aire como Su-perman, aletee con los
brazos extendidos como si fueran alas
gigantescas, o concéntrese tan intensamente
en su pensamiento de la idea de volar que no
pueda más que crear la experiencia de vuelo
en el sueño. Utilizando estos métodos, es
muy probable que despegue pronto.
Nota. Cuando tenga más práctica en
el sueño del vuelo, deberá poder realizar
maniobras cada vez más difíciles en sus
sueños lúcidos. Por ejemplo, puede empezar
su sueño de vuelo simplemente flotando a
corta distancia por encima del suelo. Luego
podrá deslizarse como un astronauta a
través del aire avanzando varios metros
cada vez. Con el tiempo, podrá aumentar su
capacidad de navegación, su altitud y su
velocidad. Puede enviarse en sueños de vuelo
que le lleven a Europa, a Marte y a las
galaxias que están más allá de la nuestra.
Nota. Acuérdese de registrar todos
los sueños, incluyendo cualquiera
relacionado con el vuelo, en su diario de
sueños.
Si cree
que puede realizar conjuntamente lo
siguiente hágalo pues le enseñará a
concéntrate no en lugares, sino en objetos
individuales, tanto familiares como
extraños.
Empieza
por ir a unos grandes almacenes o un
multicentro al que nunca hayas ido antes.
Para la primera parte de este ejercicio, tu
meta esta vez será elegir una pequeña
sección del área de compras y explorar los
variados despliegues de objetos en venta sin
comprar nada. Como en los ejercicios
anteriores, ésta será una experiencia
personal; así, debes reducir tus
interacciones directas con otras personas al
mínimo. Cuando examines y toques varios
objetos, date cuenta de qué impersonal puede
ser tu respuesta a esos objetos que no
tienes intención de comprar. Una taza de
café es otra taza de café si no tienes
intención de llevártela a tu cocina de casa;
un destornillador es otro destornillador si
no tienes intención de comprarlo y usarlo.
Emplea treinta o cuarenta y cinco minutos en
tocar varios objetos en la sección del área
de compras que has elegido.
Nota.— Ahora toma un descanso de
veinte minutos saliendo a tomar el aire
antes de volver a los almacenes o
multicentro.
Cuando
vuelvas al área de compras, elige una
sección diferente para curiosear. Tu meta
esta vez será comprar un pequeño regalo, un
objeto que no cueste más de diez o quince
dólares, para una persona especial en tu
vida.
Después de
que hayas comprado el objeto y abandonado
los almacenes, sácalo de su envoltura y
míralo. El objeto y abandonado los
almacenes, sácalo de su envoltura y míralo.
El objeto puede ser uno de los cientos
iguales a él en forma y función, y ahora se
ha convertido en único y lleno de
significado debido al significado emocional
que tú le das. Lleva el objeto a casa
contigo y sitúalo en un lugar prominente
donde puedas mirarlo antes de dárselo a la
persona que tienes en la mente. Siéntate al
otro lado de la habitación, lejos del
objeto, relájate y recuerda el momento en
que te percataste del objeto en los
almacenes por primera vez. Concéntrate
mucho, por un momento, en la forma y función
básicas del objeto de los almacenes. Luego
desvía tu atención hacia el significado
emocional del objeto como regalo a alguien a
quien quieres. Lentamente continúa desviando
tu concentración emocional hacia el objeto
de una y otra forma durante al menos quince
minutos.
Nota.— Tómate un corto descanso
antes de proceder a la siguiente parte de
este ejercicio.
Después de
tu descanso, lleva a cabo una jornada
exploratorio alrededor de tu casa. Empieza
concentrándote en tu casa como la recuerdas
justo antes de trasladarte allí. Recuerda
qué vacía y extraña te pareció, y qué
diferente empezó a ser cuando la llenaste
con tus objetos familiares. Ahora observa
todos los objetos que te rodean en tu hogar.
Selecciona objetos individuales que tengan
un significado especial para ti, y recuerda
la primera vez que los viste. Luego,
recuerda qué hizo que esos objetos fueran
especiales para ti y qué familiares y parte
de tu medio ambiente han llegado a ser con
el tiempo. Considera el impacto total de tus
sentimientos hacia todos los objetos que te
rodean. ¿Cómo influyen esos objetos en tu
reacción hacia el conjunto de tu hogar?
Para la
segunda fase de este ejercicio, entra en un
estado de relajación activa. Cierra los
ojos y concéntrate en el regalo que trajiste
a casa desde la tienda. Imagina que estás
flotando en el aire frente al regalo, donde
sea que esté. Concéntrate en los menores
detalles de tu regalo, en su forma y función
como objeto, y en su significado emocional
en tu vida. Imagina que no eres más grande
que un diminuto punto, y que puedes ver el
objeto desde una perspectiva muy cercana
vislumbrando todo a tu alrededor. Luego
imagina que tienes tu tamaño normal, y que
observas el objeto a distancia.
Respira
profundamente y piensa en otro objeto con
significado personal de tu entorno hogareño
(otro distinto al regalo). Concéntrate en
tus sentimientos hacia este objeto personal,
y en sus menores detalles de forma, incluso
detalles de los que normalmente no te das
cuenta. Imagínate como un diminuto punto en
el espacio con el objeto convirtiéndose en
algo tan grande como el mundo, luego
imagínate volviendo al tamaño normal.
Respira profundamente, expulsa el aire y
percibe las sensaciones de tu cuerpo.
Durante
los siguientes treinta minutos, concéntrate
en una variedad de objetos emocionalmente
significativos de tu casa, utilizando las
instrucciones anteriores.
Nota.— Tómate un descanso el resto
del día, dedicándote a actividades no
relacionadas con el curso. También, antes de
dormirte, lee, por favor, las instrucciones
para la primera parte del ejercicio de
mañana, que deberás practicar como primera
actividad de la mañana