SALUD DE HIERRO

Ritual para aplacar o amortiguar los temores de una persona pendiente siempre de su salud con síntomas de hipocondría...

Material Necesario: Un huevo de codorniz y otro de gallina / Un tiesto con tierra / Un recipiente de metal / Un plato de metal, resistente al fuego / Una rama de tomillo y otras de romero y de laurel / Un saquito de terciopelo verde / Hilo de coser verde / Una aguja / Una cadena de hierro y otra de oro / 7 velas de vainilla / Cerillas.

Día propicio: Miércoles, antes de la luna llena, entre las 9:00 y las 15:00 horas.

Consigue un huevo de gallina y otro de codorniz (o de cualquier otra ave que no sea gallina) frescos. Sostén el huevo de gallina con la mano izquierda y el otro con la derecha. Camina llevándolos con cuidado mientras piensas en la persona hipocondríaca proyecta desde su cuerpo nubes de humo o rayos verdes y dorados.

Pon a hervir los huevos en el recipiente, rodeando uno con una cadena de oro y otro con una cadena de hierro. Después, entiérralos en el tiesto al tiempo que dices: "El mal, enterrado; el bien, estimulado". Dirígete a la habitación que consideres más intima. Coloca las siete velas en circulo y enciéndelas con siete cerillas diferentes pronunciando la fórmula mágica cada vez que enciendas una y fijando la mirada en la luz que desprenden. Recuerda en qué orden las has encendido. Colócate dentro del círculo con los demás elementos necesarios. Sujeta con la mano izquierda la rama de tomillo y enciende en la llama de la vela que has encendido en primer lugar; luego deposítala en el plato o la bandeja de metal dejando que se consuma. haz lo mismo con la de romero, pero acercándola a la cuarta vela y depositándola junto con la rama de tomillo. Por último, enciende el laurel en la última vela y déjala arder con las otras dos.

Cuando las ramas se hayan consumido (si se apagan vuélvelas a encender con la vela correspondiente), llena con las cenizas el saquito de terciopelo, apaga las velas soplando y sal del círculo. Añade al saquito las dos cadenas, enhebra la aguja con el hilo verde y cose la abertura para que los ingredientes que contiene no se pierdan.

Mientras lo haces, imagina nuevamente que el cuerpo del hipocondríaco emite nubes de humo o rayos verdes y dorados. Lleva el saquito contigo hasta que lo vuelvas a ver y cuando esto suceda, ve al cuarto de baño, rompe el hilo del saquito, saca las dos cadenas y vacía el resto de su contenido por el inodoro, mientras dices: "Con estas cenizas se van tus dolencias imaginarias"

Fórmula Mágica: Ángel de luz, escucha mi plegaria, saca a... (nombre de sujeto hipocondríaco) de su obsesión. Haz que sus síntomas se disipen.