PROYECTAR ENERGÍA.

La energía es el alma vital de la magia. Proyectaremos la energía con el pensamiento y la acción, por eso, antes de llevar adelante un conjuro o ritual, debemos saber de qué manera fluir con lo que nos rodea.

La energía puede proyectarse desde varios puntos. Quizás el más común de todos sea el pensamiento, pero la energía surge también por el aire que respiramos, a través de nuestras miradas y, como no, por las manos.

Veremos seguidamente algunos ejercicios para aprender a proyectar la energía.

 

Ejercicio 1.
Energía y pensamiento para la seguridad.

1.   Cómodamente  sentados, cerraremos los ojos y comenzaremos a respirar de forma que el aire entre por la nariz y salga por la boca.

2.   Pasados un par de minutos centraremos la atención en el interior de nuestra mente. Allí imaginaremos un punto de luz que va creciendo poco a poco hasta hacerse un sol.

3.   Debemos imaginar que el punto de luz se va llenando con mucha fuerza, seguridad y bienestar. De esta forma, a medida que crece nos hace sentir mucho mejor.

4.   Cuando el punto esté perfectamente visualizado, nos centraremos en la sensación de bienestar, procurando que inunde todo nuestro cuerpo. A continuación para proyectar la energía del pensamiento, imaginaremos que la energía se expande más allá de la mente, por todo nuestro cuerpo, colmándonos de la fuerza y energía con la que hemos cargado, y nos proporcionará vigor.

5.   Pasados unos minutos, daremos por finalizado el ejercicio y saldremos de él abriendo los ojos e incorporándonos con normalidad.

Si hacemos este ejercicio cada vez que nos encontremos en un estado de decaimiento, falta de seguridad o con poca fuerza de voluntad, veremos que la energía que hemos gestado en nuestro interior nos ayuda a estar mejor. Casi sin quererlo hemos realizado un acto mágico.

 

Ejercicio 2.
Proyectar conjurando con la respiración.

Este es un ejercicio parecido al anterior, la única variación es que en lugar de generar una imagen en la mente que crezca por el interior de nuestro cuerpo, lo que haremos será que la energía salga a través del aire que exhalamos.

Al expeler aire cargado de intención podemos lograr tranquilizar ambientes o purificar estancias.

Mientras expelemos el aire nos concienciaremos que estamos cargando la positividad el lugar en el que nos encontramos. Para ello lanzaremos un conjuro que consistirá en repetir mentalmente la frase “ahora limpio y purifico mi estancia”

Si lo deseamos, para que tenga más fuerza el conjuro podemos imaginar que el aire sale de nosotros teñido de un color que implique serenidad. De esta forma, cada vez que exhalemos imaginaremos, por ejemplo, que emitimos el tono de color verde en la corriente de aire.

 

Ejercicio 3.
Proyectando fascinación con los ojos…

Esta práctica nos permitirá comenzar  a trabajar con hechizos sencillos, tal como esté de fascinación. Lo que vamos a hacer será expandir  con la mirada la energía que sale de nuestro interior, y al mismo tiempo la centraremos en una vela de color lila.

Para proceder debemos hacer igual que en los ejercicios anteriores, es decir, relajarnos y al mismo tiempo vamos creando una bola imaginaria de energía. Dicha bola crecerá en nuestra mente poco a poco pero continuadamente con la intención que nos hayamos señalado.

1-   Situaremos frente a nosotros una vela de color indicado y que permanecerá apagada.

2-   Una vez la bola energética de la mente haya crecido lo suficiente, procederemos a generar la intención que deseamos proyectar, en este caso, vamos a transmitir paz.

3-   Generaremos la sensación de paz en nuestra ente y después, cuando abramos los ojos para mirar la vela, imaginaremos que desde el centro de nuestros ojos emitimos energía de paz y amor, energía que recae sobre la vela inundándola y poseyéndola totalmente.

4-   Pasados unos minutos de trabajo con la vela, diremos mentalmente “Que la energía situada en esta vela haga que ella transmita paz cuando esté encendida”

5-   Finalizaremos el ejercicio tras repetir la invocación anterior unas cinco veces.

 

Ejercicio 4.
Proyección manual para el amor.

Si lo que deseamos es lograr dar amor y transmitir cariño a los demás, podemos intentarlo visualizando dicha situación en nuestras manos, haciendo que salga de ellas cada vez que efectuemos una caricia o que estrechamos la mano de alguna persona.

Para poder simplemente debemos hacer que esta misma energía que hemos condensado en un primer estado en nuestra mente, fluya desde la cabeza hasta el plexo solar y desde dicho lugar hacia los brazos y las manos.

Es muy importante que cada vez que estrechemos la mano de alguien o que hagamos una caricia, desarrollaremos la acción con la intención de dar y transmitir el amor referido.  Mirad a los ojos de la persona y quedaréis muy sorprendidos.

La proyección manual será muy interesante y útil, ya que con esta energía de nuestras manos trabajaremos los objetos mágicos que tocaremos para realizar las formulas y preparador, como pueden ser los inciensos, las velas, el paño o tela, en fin, cualquier elemento u utensilio de los que se emplean en magia.