Ya uses las velas con una
finalidad devocional, meditativa o mágica, es siempre conveniente que tengas en
cuenta lo que sigue:
Deberás tener claro el motivo por el cual
vas a utilizar las velas. Muchos rituales no logran la finalidad para la que
fueron realizados simplemente porque ésta no estaba clara en la mente del
oficiante. Recuerda siempre que estás trabajando con la mente consciente a
fin de lograr unos resultados a través de la subconsciente. Si tu mente se
halla en estado de confusión, es poco probable que consigas algo
satisfactorio. Deberás afrontar todas las dudas y todos los miedos uno a uno
y sustituirlos por pensamiento positivos. Cuando realices el ritual con las
velas, deberás saber exactamente qué es lo que quieres, y además deberás
estar seguro de que vas a lograr el éxito. La mente tendrá que estar
tranquila y totalmente segura de que vas a lograr el éxito. Solo asi
recibirás el subconsciente la sugestión que necesita para ponerse a actuar.
Lamentablemente no se le pueden dar órdenes directas. Solo atiende a
sugestiones indirectas, pero que deben ser claras y positivas.
Asegúrate de que el acto vas a realizar es
para el mayor bien de todos los implicados. Cualquier operación que pueda
perjudicar a alguien está totalmente prohibida y sus resultados nefastos
revertirán inevitablemente sobre la persona que la realice, aunque
multiplicados. Algunos consideran que, incluso para beneficiar a otros, es
imprescindible obtener antes el consentimiento de dichas personas. Yo opino
que una simple oración antes d empezar, pidiendo protección para ti y para
todos los implicados, es suficiente.
Planificación y preparación del ritual. La
intención y la finalidad del ritual dictarán la forma que éste debe tomar y
los instrumentos necesarios. Por ejemplo, ¿cuantas velas usaras? ¿de qué
color? ¿cual será el mejor momento?... Hacer una lista antes de empezar es
una buena idea, a fin de tenerlo todo preparado en su momento. Las personas
muy versadas en las artes mágicas consideran que, además del color de las
velas que vas a utilizar, es de vital importancia elegir escrupulosamente la
fecha y hora en que se realizará el ritual, al igual que el planeta, el
signo astrológico, el arcángel protector y su sello, el color de la ropa del
oficiante, el perfume que se empleará e incluso la orientación exacta en la
que se habrá de realizar el acto. Sin duda, cuanto mayor sea la preparación
y más trabajo se realice en ella, mayor fuerza tendrá la sugestión recibida
por el subconsciente. Sin embargo, en mi opinión puedes realizar un ritual
efectivo con mucha mayor sencillez, siempre que sigas los pasos que te
indico. Tan sólo será necesario limpiar la mente antes, realizando una
pequeña relajación para liberarte de los pensamientos que hayan estado
ocupando, así como el dialogo interior. No es bueno llevar a cabo una
operación mágica con velas si estás distraído, disgustado o si te sientes
más físicamente. NO es probable que un ritual tenga éxito si tu mente está
llena de pensamientos acerca de tu vida cotidiana. Es de vital importancia
que dediques unos momentos a relajarte y a apartar todos los pensamientos
que no están relacionados con la intención de tu ritual. Al mismo tiempo,
todo lo que ayude a crear un ambiente de paz y tranquilidad será positivo.
Incienso, luz tenue, música agradable y suave, un vaso de cristal
transparente con agua o cualquier otra ayuda que contribuya a relajarte y
darte seguridad será valiosa.
La ejecución. Tras haber establecido
claramente lo que estás a punto de hacer, cómo vas a hacerlo y porque lo vas
a hacer, la ejecución del ritual debería ser un acontecimiento relajado y
feliz, libre de pensamientos negativos, de dudas y de problemas derivados de
la falta de planificación. Si surge algún imprevisto, no te asustes, evalúa
la situación y observa si vale la pena seguir adelante o bien dejarlo para
una ocasión mas propicia. En todo momento procura siempre estar muy atento a
las señales e indicios que te puedan llegar desde tu interior. Ese
conocimiento directo es el más valioso y real.
Dar las gracias. Una vez concluida la
meditación, la petición de ayuda, la visualización o el trabajo que sea,
deberás apagar la vela, y seguidamente hacer una oración dando las gracias.