El Rincón de Bruixa

4. PRINCIPIOS ACTIVOS Y PROPIEDADES.

PRINCIPIOS ACTIVOS.

Un aceite vegetal se compone de muy diversas sustancias volátiles elaboradas por las células vegetales. Generalmente son mezclas de constituyentes diversos que en su estructura contiene carbono, hidrógeno y oxígeno.

Se conocen miles de sustancias orgánicas, que entran en la composición de los distintos aceites esenciales. Algunas de estas sustancias han sido aisladas y se utilizan en las medicinas y medicamentos modernos.

El aroma individual y las propiedades terapéuticas de cada aceite esencial dependen de la combinación y concentración de las moléculas que las componen, según su origen biosintético podemos dividir los componentes químicos de los AE en dos grupos:

a) Hidrocarburos, constituidos solamente de terpenos: monoterpenos, diterpenos, sesquiterpenos.

b) Compuestos aromáticos oxigenados: ésteres, aldehídos, cetonas, alcoholes, fenoles. Dentro de estos compuestos se encuentran también: ácidos, lactonas, compuestos azufrados y nitrogenados aunque aparecen en menor cantidad.

Acidos: ác. geránico, ác. canfolénico, ác. cinamómico, ác. tíglico, ác, carboxílico, ác. Cumínico, etc.

Son moléculas que se encuentran en muchos AE aunque siempre en muy pequeñas cantidades (generalmente en forma de ésteres, es decir, combinados con alcoholes). Son los compuestos más antiinflamatorios del reino vegetal, también son hipotérmicos e hipotensores.

Aceites esenciales- Clavo, geranio, enebro-ramas, eucalipto citronado, manzanilla, mirto, etc.

Alcoholes: Existen diferentes tipos de alcoholes.

  • Diterpénicos: salviol, savinol, esclareol, maneol, etc. Tienen fundamentalmente una acción reguladora a nivel hormonal debido a que su estructura química se acerca bastante a la de las hormonas esteroides sexuales humanas (Hormon-Like). Son activos aun a dosis bajas, poco volátiles y se encuentran en pequeñas cantidades.
    Aceites esenciales- Salvia, salvia esclarea, ciprés.
  • Monoterpénicos: linalol, terpineol, borneol, lavandulol, mentol, nerol, geraniol, etc. Son excelentes antiinfecciosos (bactericidas, viricidas y fungicidas) y también son inmunoestimulantes, aunque menos potentes en este campo que los fenoles, pero con la ventaja de no ser ni dermocaústicos ni hepatotóxicos. Son además notables neurotóxicos. Se pueden emplear paralelamente o reemplazando a los fenoles.
    Aceites esenciales: alcanfor, palisandro, tomillo linalol, albahaca, menta piperita, mejorana,lavandín, nerolí, petit-grain, bergamota, geranio, salvia esclarea, etc.
  • Sesguiterpénicos: nerolidol, santalol, viridiflorol, carotol, pachulol, etc. Son sobre todo excelentes inmunoestabilizadores (tónicos y estimulantes generales). Poco anti infecciosos. Aparentemente están exentos de toxicidad.
    Aceites esenciales: manzanilla alemana y romana, niaulí, sándalo, zanahoria-semillas, pachulí,etc.

Aldehídos: Tienen propiedades intermedias entre los alcoholes y las cetonas. Debemos distinguir dos grupos:

  • Terpénicos: citral, citronelal, neral, etc. Son excelentes antiinflamatorios y al mismo tiempo, calmantes del sistema nervioso (hipotermizantes e hipotensores).
    Aceites esenciales: Melisa y hierba luisa (ambos muy caros), lemon-grass, eucalipto citronado, citronela, mandarina, etc.
  • Aromáticos: aldehído cinámico, aldehído cumínico, etc. Propiedades antiinflamatorias de primer orden, pero que son muy irritantes para la piel y las mucosas.
    Aceites esenciales: el más representativo es el de canela-corteza que contiene alrededor de un 50% de aldehído cinámico, en cambio el de canela-hojas apenas lo contiene.

Cetonas: mentona, borneona (alcanfor), verbenona, tuyona, irona, pinocamfona, etc. Actúan de forma muy activa sobre nuestro organismo. Su empleo debe ser rigurosamente controlado ya que si en pequeñas cantidades tienen un efecto calmante, a fuertes dosis o a pequeñas dosis repetidas a lo largo de un cierto periodo, son neurotóxicas, estupefacientes y hasta epileptizantes (pinocamfona e isopinocamfona), y abortivas (tuyona). Tienen un alto poder regenerante y cicatrizante del tejido cutáneo. Tienen además propiedades mucolíticas, y una acción vermífuga y antimicótica. La venta al público de AE conteniendo tuyonas o pinocamfonas (salvia e hisopo) en Francia está reservada a los farmacéuticos.
Aceites esenciales: Romero verbenona y alcanforado, salvia, ciprés, enebro-bayas, espliego, orégano, vetiver, cedro, tuya, hisopo, etc.

Dionas o dicetonas: Son menos tóxicas que las cetonas y tienen grandes propiedades antiespasmódicas y anticoagulantes.
Aceites esenciales: Helicríso (Helichrysum ítalícum y H. angustífolíum).

Cumarinas: cumarina, bergapteno, limetina (criptopteno), isopimpínelina, etc. Se encuentran en gran cantidad en los cítricos, obtenidos por expresión y no por destilación. Son potentes sedantes nerviosos, hipotensores y anticonvulsivos. También son buenos anticoagulantes. Las furanocumarinas no deben emplearse sobre la piel antes de la exposición solar, ya que son fotosensibilizantes.
Aceites esenciales: corteza de todos los cítricos.

Ésteres: acetato linalilo, benzoato bencilo, cinamato metilo, formiato geranilo, salicilato metilo, acetato de nerilo, etc.

Son moléculas que provienen de la reacción entre un ácido y un alcohol (o más raramente con un fenol). Son antiespasmódicos, calmantes, tónicos y reequilibrantes del sistema nervioso. Son compuestos muy bien tolerados por la piel y descongestionantes en ciertos procesos inflamatorios sobre la piel (el más frecuente es el acetato de linalilo).
Aceites esenciales: geranio, salvia esclarea, petit-grain, lavandín, lavanda, cedro de Virginia, zanahoria-semillas, enebro-ramas, laurel, ravensara, manzanilla romana, etc.

Éteres: metil chavicol, anetol, miristicina, apiol, safrol, etc.

Existen diferentes tipos de éteres por lo que es muy difícil dar un resumen fiable de propiedades para este tipo de moléculas. En general son potentes espasmolíticos, calmantes de acción sedante y descontractantes. Excelentes reequilibrantes nerviosos, sedantes y antidepresivos. Los éteres tienen en algunos puntos las mismas propiedades que los ésteres pero más acentuados. Son poco corrientes en el conjunto de compuestos aromáticos, con excepciones como el metíl chavicol de la albahaca.

Son tóxicos a ciertas dosis. No se deben utilizar, sino es bajo supervisión médica, los AE de apio (apiol) y nuez moscada (miristicina). Ya que son uterotónicos y espasmolíticos, que a dosis elevadas son abortivos y, hepato y renotóxicos.

Aceites esenciales: albahaca, rosa búlgara, laurel, mirto, ravensara, citronela de Ceilán, manzanilla, etc.

Fenoles: timol, carvacrol, eugenol, safrol, guayacol, etc.

Tienen gran poder antiinfeccioso (bactericida, viricída, parasiticida y fungicida), son además hipotérmicos, hipertensores e inmunoestimulantes. Se utilizan puntualmente en el curso de infecciones. Son dermocáusticos por lo que no deben nunca utilizarse directamente sobre la piel, se deben diluir siempre en un aceite portador. Son irritantes de las mucosas por lo que no se recomiendan en difusión atmosférica. Son hepatotóxicos.

Aceites esenciales- Orégano, mejorana, tomillo timol, clavo, canela, etc.

Lactonas: lactona de massoia, sansolactona, etc.

Son ésteres intramoleculares no aromáticos. Están presentes en muchos aceites esenciales aunque generalmente en débil concentración. Son excelentes mucolíticos y potentes expectorantes, e inmunoestimulantes. Suelen provocar alergias de cierta consideración.

Aceites esenciales: laurel.

Óxidos: eucaliptol (1,8 cineol), linalol, ascaridol, etc.

Suelen tener propiedades específicas según su propia estructura química. En general son descongestionantes a nivel broncopulmonar (mucolíticos y expectorantes) y circulatorio.

Actúan como estimulantes de las glándulas exocrinas.

Aceites esenciales: eucalipto, eucalipto radiata, romero cineol, laurel, espliego, mirto, ravensara, etc.

Terpenos: son las moléculas más corrientes en la composición de los AE. Considerados a menudo, erróneamente, como simples elementos de relleno ya que algunos de ellos presentan una interesante actividad específica. Se dividen en dos grupos:

Monoterpenos: alfapineno, paracimeno, limoneno, camfeno, sabineno, mirceno, terpineno, etc.

Son excelentes antisépticos atmosféricos, pero poco microbicidas por contacto. Por lo que su aplicación más recomendada es la difusión. Calmantes de ciertos dolores localizados, aunque pueden causar irritaciones. Raramente actúan sobre las bacterias y los hongos (excepto el pino marítimo y el ciprés). Su empleo debe ser limitado en el tiempo pues pueden llegar a ser

dermocáusticos y relativamente agresivos para las mucosas.

Aceites esenciales- pino marítimo, ciprés, jara, mirto, romero cineol, limón-cáscara, eneldo, mandarina, tomillo timol, árbol del té, niaulí, ajedrea, mejorana, etc.

Sesguiterpenos: cariofileno, chamazuleno, calareno, germacreno, cingibereno, etc.

Tienen mayor punto de ebullición. Suelen hallarse en pequeñas cantidades.

Son principalmente excelentes antiinflamatorios y ligeramente calmantes e hipotensores.

Aceites esenciales: pimienta negra, manzanilla alemana, melisa, ylang-ylang, canela-corteza, pino marítimo, lavanda, lavandín, salvia esclarea, albahaca, jengibre, helicriso, etc.

PROPIEDADES TERAPEUTICAS.

El hecho de que una sustancia proceda de una planta no quiere decir que no tenga efectos secundarios potencialmente peligrosos. Por esta misma razón existen aceites esenciales que, si se usan en grandes cantidades y/o con demasiada frecuencia pueden tener graves consecuencias para el organismo.

Todos los aceites esenciales tienen, en mayor o menor grado, propiedades antibióticas, antisépticas, antivíricas y antiinflamatorias.

Las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales específicos se dividen en categorías de acuerdo con sus efectos fisiológicos:

Aceites analgésicos:

Alivian el dolor por sus propiedades antineurálgicas, sedantes y antiespasmódicas.

  1.  Antineurálgicos: (Monoterpenos, sesquiterpenos, monoterpenoles, eter-óxidos y aldehídos). AE antineurálgicos: albahaca, alcanfor, ajedrea, anis, enebro, eucalipto citronado, jengibre, laurel, lavanda, manzanilla alemana, mejorana, nuez moscada, romero, salvia, tomillo.
  2. Sedantes y antiespasmódicos: (sesquiterpenos, aldehídos, ésteres, éteres, éter-óxidos, cetonas y cumarinas). AE sedantes y antiespasmódicos: albahaca, angélica, apio, cálamo, comino, coriandro, geranio, hierba luisa, lavanda, manzanilla alemana y romana, melisa, naranjo, palmarosa, valeriana.

Aceites anti infecciosos:

Aunque la mayoría de AE tiene una actividad antiinfecciosa, en algunos es su característica principal. Además suele coincidir con una acción inmunoestimulante por lo que el efecto es más completo, al actuar sobre los gérmenes y la persona al mismo tiempo.

Los AE con mayores propiedades antibacterianas, antivirales, fungicidas y viricidas e inmunoestimulantes son los que contienen las siguientes moléculas: Monoterpenos, monoterpenoles y fenoles, con propiedades tonificantes y los aldehídos con acción calmante y antiinflamatoria.

Todos son irritantes de la piel y de las mucosas, por lo que se deben utilizar con moderación y en las formas de administración adecuadas.

Otras moléculas con actividad antiinfecciosa serían: óxidos, cetonas y lactonas.

a-    Antiinfecciosos de amplio espectro (antimicóticos, antibacterianos, antivirales y antiparasitarios): Ajedrea, árbol del té, cayeput, clavo, limón, niaulí, orégano, palmarosa, pino marítimo, tomillo.
b-    Antiparasitarios: Ajo, alcaravea, coriandro, espliego, hisopo decumbens, menta piperita, naranjo, ylang-ylang.
c-    Antisépticos: Abedul, abeto, cayeput, enebro, espliego, hinojo, incienso, limón, mejorana, mirto, naranjo amargo y dulce, nuez moscada, palisandro, pino, tomillo, ylang-ylang.
d-    Antivirales: Espliego, estragón, eucaliptos diversos, hisopo decumbens, jara, menta piperita, naranjo, palisandro, palmarosa, ravensara, romero, salvia.
e-    Bactericidas: Ajo, albahaca, alcaravea, anís verde, bergamota, ciprés, espliego, eucalipto, geranio, hisopo decumbens, laurel, limón, menta piperita, palisandro, palmarosa, romero, salvia y salvia esclarea, tomillo.
f-     Fungicidas: Alcanfor, ciprés, espliego, eucalipto, geranio, laurel, menta piperita, palisandro, palmarosa, romero, salvia y salvia esclarea, tomillo.
g-    Inmunoestimulantes: Ajedrea, árbol del té, bergamota, canela, ciprés, espliego, incienso, jengibre, laurel, limón, palisandro, vetiver.

  • Aceites antiinflamatorios o antirreumáticos:

Reducen la inflamación del aparato locomotor principalmente del colágeno del tejido conjuntivo (sesquiterpenos, éteres, éter-óxidos, aldehídos, ésteres, óxidos).

AE antirreumáticos: Ajo, alcanfor, bergamota, canela, ciprés, coriandro, enebro, eucalipto citronado, gaulteria, jengibre, laurel, manzanilla romana, mejorana, pimienta negra, pino, romero alcanforado.

  • Aceites astringentes y hemostáticos:

Ayudan a detener la hemorragia y producen una vasoconstricción local (sesquiterpenos, cetonas).

AE astringentes y hemostáticos: ciprés, geranio, helicriso, hisopo decumbens, limón, rosa, sándalo.

  • Aceites cicatrizantes:

 Estimulan la formación del tejido de las cicatrices. (Casi todos los AE).

AE cicatrizantes: Ajedrea, bergamota, cedro, geranio, hisopo decumbens, incienso, lavanda, manzanilla alemana y romana, milenrama, nerolí, romero, rosa, salvia, tomillo.

  • Aceites drenantes:

Favorecen la eliminación de desechos ocasionados por la inflamación (óxidos).

AE drenantes: Angélica, apio, enebro, ravensara, romero, salvia 

  • Aceites rubefacientes y revulsivos:

Estimulan el suministro de sangre periférico, provocando una irritación sobre la piel sana y alivian el dolor muscular y visceral profundo (monoterpenos y fenoles).

AE rubefacientes y revulsivos: Ajo, alcanfor, clavo, enebro, eucalipto, gaulteria, jengibre, mejorana, pimienta negra, pino.

  • Aceites calmantes, hipnóticos y ansiolíticos:

Entre los componentes químicos más importantes en su acción calmante y reguladora de la excitación cerebral, además de ser antiespasmódicos, son los ésteres y aldehídos. Los éteres y los

éter-óxidos son excelentes antiespasmódicos de la musculatura, que siempre sufre las consecuencias de las tensiones dificultando la circulación de los líquidos corporales y la nutrición.

Aceites neurótropos: Albahaca, bergamota, cayeput, ciprés, coriandro, enebro, geranio, incienso, lavanda, limón, manzanilla romana, mejorana, melisa, menta piperita, naranja, nerolí, petit-grain,ravensara, rosa búlgara, romero, salvia, sándalo, tomillo, valeriana, ylang-yiang.