Preparado para la armonía con los seres queridos…

Si la armonía en una casa es importante, otro tanto sucede con los seres que nos resultan queridos; es normal que haya roces o alguna que otra discusión, pero la armonía es lo que siempre debe prevalecer. Para generar esta dicha, además de un buen comportamiento, podemos preparar un té o un café. No será necesario que lo tomemos ni lo probemos, ya que en este caso basta su aroma para “endulzar” con su fragancia la estancia en la que se produzca.

Requisitos…

-         Debemos realizar el preparado en reuniones familiares o encuentros, y si se desea, de forma periódica para mantener la armonía en la casa.

-         Una cafetera o tetera que haya sido usada. No es conveniente que sea nueva.

-         Un puñado de hojas de laurel, un puñado de granos de cardamomo, té de menta o café, un chorrito de limón.

-         Una vela de color verde que unciremos (untaremos) con el preparado y prenderemos para que dé paz en el recinto.

Procedimiento…

1.   Comenzaremos por decidir si deseamos efectuar un té o un café. Lo recomendable es preparar aquello que es costumbre en nosotros, ya que ello nos garantiza una discreción   a la hora de poner en práctica el preparado y evitar preguntas o extrañezas.

2.   Tomaremos el laurel y el cardamomo y los picaremos o romperemos en trocitos muy pequeños. Si hacemos café lo colocaremos bien desmenuzado en el depósito de la cafetera. Si vamos a preparar un te lo colocaremos en el recipiente con el agua a hervir.

3.   Al tiempo que vamos realizando el preparado pensaremos, lo más concentrado posible, en la acción que estamos realizando y en que deseamos la armonía para toda nuestra familia.

4.   Cuando el preparado comience a hervir depositaremos en él un chorrito de limón, que suele tener la propiedad de alejar la negatividad y limpiar suavemente el ambiente.

5.   Tomaremos la cafetera o tetera con las manos y la “pasearemos” por las diferentes estancias de la casa y especialmente por aquella en la que sepamos haya mayores momentos de convivencia.

6.   Tras el paso anterior, debemos uncir, es decir, mojar la vela verde con el líquido resultante y, con la mayor discreción, prenderla con una cerilla de madera para que al combustionar desprenda la fragancia.