LAS LIMPIAS PERSONALES...

Entramos en la parte práctica de la sección, es decir, en los pequeños y sencillos rituales que pueden sacar o alejar de nosotros cualquier mal designio, brujería o mala suerte-
Desde hace miles de años los brujos han formado parte importante en la vida de los pueblos y las tribus.
Pero con la aparición de los médicos, los maestros y si mi permiten, hasta los políticos, los brujos empezaron a ser relegados a trabajar a escondidas. Durante siglos los monjes y sacerdotes de las más diversas religiones ocuparon el lugar de los brujos, ya que entre otras cosas, conocían buena parte de las ciencias ocultas, tanto en teoría como en práctica.
Poco a poco el prestigio de los brujos fue cediendo terreno hasta llegar, como todos sabemos, a las más descarnadas persecuciones.

En la actualidad, los sacerdotes que desbancaron a los brujos, ven con ojos de pocos amigos a psicólogos y psiquiatras, quienes amparados en la ciencia siguen realizando todo tipo de rituales curativos.
Antes, hace mucho tiempo, las personas que padecían un mal del alma recurrían al brujo para que les hiciera un ritual curativo de limpieza.
Los brujos no eran unos ignorantes que intentaban curar todo tipo de enfermedades cantando y dando saltitos.
es cierto que a menudo adornaban su arte con rituales de apoyo, pero sabían perfectamente lo que era una infección, un ataque de tos o una alergia, y diferenciaban perfectamente las enfermedades del cuerpo de las enfermedades del alma.

Para las enfermedades del cuerpo utilizaban todo tipo de plantas, empastes y brebajes, pero para las enfermedades del alma utilizaban todo tipo de rituales catárticos.
Hoy en día aún hay brujos y chamanes de estas características. Es más, en muchas religiones existe una clara diferenciación entre chamán que cura las enfermedades físicas y el brujo que cura los males del espíritu.
Bien visto, las cosas no han cambiado mucho y en las culturas mas modernas se repiten los patrones arcaicos. Unos médicos practican un tipo de medicina, homeopática o alopática para curar los males del cuerpo, mientras que otros profesionales se encargan de los malestares de la mente y la psique.
Se podría decir que los psiquiatras son como los brujos de la antigüedad que curaban de todo, pero revistiéndolo de un halo de magia, y que se han descubierto que muchas de las enfermedades mentales no son problemas del alma, sino problemas físicos y tangibles que están más en sintonía con las glándulas que con los fantasmas.

Por supuesto, hay quien intenta, consciente o inconscientemente, volver a los orígenes y busca entre magos, curanderos y brujas el remedio para sus males, ya sean del cuerpo y del alma.
El mundo en que vivimos, gracias en parte de la semitolerancia reinante, es rico en toda clase de terapias.
La tropa de médicos, oficiales y no oficiales es tan amplia como larga. Hay de todo en el mercado de la curación, desde la anciana que cura mirando una fotografía de su casa de la montaña, hasta el cirujano que aplica las más modernas técnicas de cortar, sacar, intercambiar y cerrar el órgano enfermo en un abrir y cerrar de ojos.

Nosotros nos centraremos en el ritual, en ese ritual brujeril que podemos realizar en casa sin poner en riesgo ni nuestra salud mental ni nuestra salud física, utilizando el antiquísimo sistema de las limpias.

LIMPIAS DE SALUD.

PARA LOS MALES DE CABEZA...

1. Coger dos hojas frescas de menta o de eucalipto, ponerles un poco de saliva y pegarlas en las sienes.
2. Apagar la luz, cerrar los ojos e imaginar que todo lo que nos rodea es de color rojo, y después, poco a poco, imaginar que todo va adquiriendo un suave y relajante color azul.
3. Imaginar una aureola de luz brillante sobre la cabeza que impida que el dolor de cabeza penetre.
4. Poner una pieza de hierro por la parte externa de las puertas y ventanas que den a nuestra habitación, para que nos proteja de los males y dolores que quieren entrar en nuestra cabeza.

PARA LOS MALES DE CUELLO...

1. Coger un limón pequeño, clavarle dos puntitos de clavo (especia), pasarle un cordón por el corazón y colgárselo al cuello.
2. Imaginar que un collar grueso y de color azul celeste nos rodea el cuello y vibra, dándonos un suave y relajante masaje.
3. Coger una rosa blanca, arrancarle los pétalos y engancharlos con un poco de saliva alrededor del cuello, hasta hacer un collar que nos proteja de los males de cuello.
4. Poner un trozo de sobre por la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación, para que los males de cuello no entren.

PARA LOS MALES DE PECHO...

1. Coger dos dientes de ajo, a una le llamaremos hembra y al otro macho, los atravesaremos con un hilo verde y nos lo colgaremos al cuello para que los ajos descansen sobre nuestro pecho.
2. Respirar muy profundamente contando hasta tres y pensar que dos angelitos entran en nuestro pecho. Repetir la operación tres veces en la mañana, al medio día y en la noche, hasta que se vaya el mal.
3. Imaginar un puntito de color verde sobre la parte superior del pecho izquierdo, y pensar que late como el corazón, que se extiende como una mancha que limpia y cura el pecho.
4. Poner un termómetro, o un poco de mercurio por la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación, para que los males de pecho no entren.

PARA LOS MALES DEL ESTÓMAGO...

1. Empapar un trapo en infusión de manzanilla caliente, y ponérselo encima de la boca del estómago hasta que el mal cese.
2. Respirar hondo y exhalar con fuerza cuatro veces imaginando que los nervios, las rabias, las preocupaciones y los corajes son echados fuera del estómago. hacerlo cuatro veces al día, hasta que se vayan los dolores.
3. Imaginar que una luna de color morado se pone sobre la boca del estómago, y que nos llena el vacío apartando los colores, como una madre cariñosa.
4. Poner un trocito de plata por la parte externa de las puertas y las ventanas de la habitación, para que no entren los males del estómago.

PARA LOS MALES DEL CORAZÓN...

1. Coger un trocito de carne muy roja, magra y cruda, y ponerlo encima del corazón hasta que los males se desvanezcan.
2. Respirar hondo cinco veces, imaginando que la respiración pasa por la columna vertebral y sale por le pecho, hasta que el corazón se calme y coja su ritmo habitual.
3. Imaginar que el sol del mediodía se posa en nuestra corazón, dándole fuerza y poder para vencer los males que le atacan.
4. Poner un poquito de oro por la parte externa de las puertas y ventanas de la habitación.

PARA LOS MALES DEL VIENTRE...

1. Empapar un trapo en el jugo de ciruelas machacada y colocarlo alrededor del vientre para que los intestinos se suelten.
2. Empapar un trapo en el jugo de higos chumbos machacados, y colocarlo alrededor del vientre para atacar los intestinos.
3. Imaginar que un cinturón de color verde oscuro se pone alrededor del vientre, y que lo mantiene firme y sujeto hasta que el mal desparece estrangulado por el cinturón.
4. Poner piedrecitas verdes por fuera de las puertas y ventanas de nuestra habitación para que no puedan entrar los males de vientre,

PARA LOS MALES DE RIÑÓN...

1.Empapar un trapo en una tisana de cola de caballo y colocarlo alrededor de los riñones, para que funcionen bien.
2. Tomar un litro de agua fresca, pura y clara, y a cada trago pensar que cada sorbo seda y calma desde la lengua, la garganta, el estómago y el vientre hasta llegar a los riñones.
3. Imaginar un lazo de color azul intenso que rodea nuestros riñones para protegerlos de todo tipo de males.
4. Poner piedrecitas azules por fuera de las puertas y ventanas de nuestra habitación para que los males de riñón no entren.

PARA LOS MALES DEL SEXO...

1. Empapar un trapo en tisana de ajedrea y colocarlo en las partes, para que calme los dolores y los males del sexo.
2. respirar hondo ocho veces seguidas poniendo el pensamiento en la base del sexo, para revitalizarlo y para calmarlo, para potenciarlo y para sanarlo.
3. Imaginar que un cinturón de color marrón luminoso sostiene nuestro sexo, para protegerlo de todo mal y para darle la fertilidad deseada.
4. Poner un poco de acero en la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación para que los males del sexo no entren.

PARA LOS MALES DE LOS MÚSCULOS...

1. Ungir con un trozo de carne de caballo magra y fresca las piernas y las caderas, o ponerlas en alto para que la sangre fortalecida fluya por todo el cuerpo.
2. Respirar profundamente nueve veces seguidas y poner en tensión todos los músculos para que se fortalezcan y despierten-
3. Imaginar que una capa granate nos cubre todo el cuerpo, para protegernos de las flechas mentales envenenadas que nos mandan a distancia, y así evitaremos que nos hieran y dañen nuestro cuerpo.
4. Poner un poco de estaño por la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación, para que los males musculares no entren.

PARA LOS MALES DE HUESOS...

1. Ungirse con crema de leche todo el cuerpo, para que el calcio penetre y proteja nuestros huesos.
2. Respirar profundamente diez veces seguidas, pensando que las materias sólidas del universo entrar en nuestros huesos.
3. Imaginar que una luz de color anaranjada penetra a todos nuestros huesos empezando por los dientes, así alejaremos el mal de muelas y el mal de huesos.
4.Poner un poco de plomo en la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación, para que los males de huesos no entren.

PARA LOS MALES DE OJOS, OÍDOS Y MENTE...

1. Ponerse una moneda de plata en la frente, cerrar los ojos e imaginar que por ella salen todos los males y entran todos los bienes.
2. Mirar hacia dentro de uno mismo, oír las voces interiores de nuestro ser y pensar que desde lo más profundo hacia fuera, nos protege de los males de ojos, oídos y mente.
3. Imaginar que un brillo metálico envuelve nuestra cabeza entera, y que a través de ella se amplía nuestra visión, nuestro oído y nuestra mente, echando fuera de nosotros todos los gases de la mala suerte.
4.Poner unas piedrecitas de cristal de cuarzo en la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación para que los males de ojos, oídos y mente no entren.

PARA LOS MALES DE HÍGADO...

1. Lavarse los pies con agua salada caliente y ponerse un imán sobre el hígado, para que se cierre el circuito y los males de hígado no se apoderen de nosotros.
2. Respirar profundamente  doce veces seguidas, imaginando que canta y que baila, hasta sentir que un pequeño trance que nos libere de nuestros males y los vicios que hieren el hígado.
3. Imaginar que un cinturón de energía rodea el hígado y que lo contagia de salud y fuerza, para que se haga resistente a los males.
4. Poner trocitos de piedras marinas en la parte externa de las puerta y ventanas de nuestra habitación para que los males de hígado no entren.

PARA LOS MALES DE AMORES Y DEL ALMA...

1. Lavarse todo el cuerpo en agua de rosas, o en agua con pétalos de rosas, y dejar que la mente se relaje,
2. Escribir, cantar o bailar todo lo que se venga a la mente, porque a través de la escritura, el canto o la danza, el alma se desfoga y los males de amores desaparecen.
3.Trabajar, construir y limpiar, para que las ocupaciones del cuerpo alejen los males de amores y del alma.
4. Poner piedrecitas del camino en la parte externa de las puertas y ventanas de nuestra habitación para que los males de amores y del alma no entren.

PARA TODOS LOS MALES...

1. Darse una friega de alcohol y vestirse de blanco, antes de meterse en la cama, para proteger el cuerpo, la mente y el espíritu.
2. Comer con amor y amar sin ansia i desidia, para dormir con tranquilidad y despertar con alegría.
3. Estirar el cuerpo como los gatos y el alma como los santos, para que todo nuestro ser fluya de energía.
4. Abrir las puertas y ventanas, para que vengan las cosas buenas y se vayan las cosas malas.

En todos estos rituales hay un poco de sabiduría popular, herboristería, sentido común, simbología y un pellizco de magia mental, toda una receta tan antigua como moderna para despertar las capacidades  dormidas de nuestro cuerpo, mente y alma, sin mas contraindicaciones que el buen y el mal uso que haga cada uno de ellas.