LAS LIMPIAS DE LOS NEGOCIOS...

Limpiar un negocio es muy parecido a limpiar un hogar, la única diferencia es que las limpias de los negocios se hacen para obtener más ganancias, por una parte y para evitar los celos y las envidias de los competidores nos obliguen a bajar la cortina.

Cómo se limpia un negocio...

- Comprar una escoba de las antiguas, que las de plástico, más que deshacerse de las malas influencias, la mayor parte de las veces y debido a su carga eléctrica, la atraen, sobre todo las envidias sobre lo bien que pueda ir el negocio.
- Comprar hierbas de olor, de esas que traen pétalos  de flores secas y otras plantas aromáticas.
- Comprar un recogedor de madera o de papel, pero no de plástico, que el plástico está relacionado, para estos casos, con la profundidad del abismo.
- Una vela de color anaranjado.
- Una botella de alcohol.

Una vez que se tenga todo el material, colocar la vela sobre una mesita y colocar en un extremo de la mesita unas tijeras, en el otro extremo un platito con tierra o arena, en otro extremo un vaso con agua, y en el que queda, un puñadito de las hierbas de olor
Poner en este improvisado altar la vela, coger una cerilla de madera y encenderla, rezando al hacerlo la siguiente oración:

" Señor dios, señor dios de los ejércitos, de los ejércitos de los lares,
limpia y protege este negocio y a los que en él trabajan. Amen"

En cuanto la vela queda encendida y se ha terminado de decir la oración esparcir las hierbas de olor por todo el negocio, patio interior, bodegas, almacenes y baños incluidos. Cualquier habitación interior, por pequeña que sea debe recibir la impregnación de las hierbas de olor.
Una vez que se han esparcido las hierbas de olor por todo el negocio, dejar que reposen durante siete minutos.
Después de estos siete minutos, coger la escoba y empezar a barrer todas las zonas del negocio a conciencia, por debajo del escritorio y en todos los rincones, como si estuviera haciendo una limpieza general.
No se olvide de barrer los baños, el patio interior y las oficinas, almacenes y cualquier anexo que haya.
Una vez que haya barrido todo, recoja las hierbas aromáticas con el recogedor de madera o papel (unos periódicos a la vieja usanza sirven a la perfección) y métalas en una bolsa de basura que depositará inmediatamente y sin cerrar en la entrada principal del negocio.
Después diríjase al altar y apague la vela repitiendo la oración:

" Señor dios, señor dios de los ejércitos, de los ejércitos de los lares,
limpia y protege este negocio y a los que en él trabajan. Amen"

Tire a la basura donde están las hierbas aromáticas barridas, la vela, la arena y las hierbas de olor.
Tire el agua al lavabo y lave las tijeras con alcohol.
Acto seguido, saque la bolsa de basura a la calle de inmediato, cerrándola muy bien antes de sacarla del negocio.
también debe hacer una cruz de alcohol sobre todos los espejos del negocio, especialmente sobre aquellos que están colgados de la pared, las lunas de los armarios y cualquier otro espejo que esté de pie y descubierto. Si su negocio es una cristalería o se dedica a hacer lunas y espejos, cúbralos perfectamente antes de hacer la limpieza, o tendrá que repetirla, porque poner una cruz con alcohol en todos puede ser un trabajo de chinos.
Cierre todas las puertas y ventanas del negocio una vez que haya echo las cruces de alcohol, y deje reposar al negocio durante una hora, sin abrir las luces, los grifos del agua, el gas, ni cualquier otra cosa que pueda servir de entrada en su local.
Cuando haya quedado todo tranquilo y a oscuras, repita con devoción el mismo rezo:

" Señor dios, señor dios de los ejércitos, de los ejércitos de los lares,
limpia y protege este negocio y a los que en él trabajan. Amen"

En cuanto haya pasado la hora, abrir puertas y ventanas y dejar que se oree el negocio, mientras repite mentalmente tres veces:

"Que se vayan las pérdidas y que entren las ganancias en este negocio, Amen"

Y después de este sencillo ritual, ya puede seguir haciendo su trabajo normal dentro de su negocio, como si no hubiera pasado nada. Ya notará en su interior, y en la buena marcha de los asuntos económicos y laborales, que el negocio ha quedado perfectamente limpio de malas influencias, fantasmas, malos humores y cualquier clase de maleficios, envidias, competidores desleales y celos profesionales.
NO hace falta limpiar mágicamente cada día, ni cada semana, ni cada mes su negocio, pero tenga en cuenta que las fechas más indicadas son los cambios de estación, es decir, los solsticios de invierno y verano, y los equinoccios de otoño y primavera, así como la apertura del negocio y el comiendo de año, justo después de las vacaciones de Navidad o el primer día del año.
Si es la primera vez que limpia su negocio, no hace falta que espere al próximo cambio de estación, lo puede hacer cualquier jueves o domingo de ésta o de la próxima semana.

Una vez que haya echo la limpia de su negocio, váyase a casa y hágase una limpia personal pasándose un huevo por todo el cuerpo, ábralo después de habérselo pasado sobre un vaso de agua con sal y aceite, y tírelo por el lavabo. Después dese una friega de alcohol, pásese una rama de romero por el cuerpo y vístase de blanco antes de irse a dormir.
Y si su negocio no funciona a pesar de todo, ponga más atención a su manera de llevarlo que en las posibles brujerías que alguien le pudiera estar haciendo, que los demás no siempre tienen la culpa de nuestros males, sino que nosotros mismos nos bastamos para meter la pata.

Como en los negocios entran y salen muchas personas todos los días, es muy difícil dar consejos para protegerlos continuamente.
En todo cado, cada vez que sienta que el negocio le carga más de la cuenta o cada vez que las cosas  empiecen a torcerse, hágase una limpia personal, ya que no es bueno limpiar muy a menudo los negocios, porque al fin y al cabo se han puesto para hacer negocio, y el exceso de efluvios positivos pueden dar al traste con el afán de lucro del negocio, algo que no suele ser nada bueno para las empresas.
Tanto para proteger a las empresas como a las personas, nos queda aún otro recurso tan viejo como la humanidad misma, los sencillos y útiles talismanes que no tenemos que fabricar con elementos raros ni con hechizos desvelados, ya que los podemos encontrar en cualquier lado y prácticamente los podemos conseguir en cualquier momento.