El uso de felpudos mágicos.

Existen numerosas posibilidades de trabajar la magia denominada de proteccion sin casi moverse de la puerta de la casa. Si hemos hablado de barrer y fregar, detallamos seguidamente otro elemento magico que nos puede ayudar para protegernos, se trata del felpudo que colocaremos en la entrada de nuestra casa.

Pero además, debemos significar que, si bien el felpudo o alfombrilla de bienvenida nos servirá en la parte exterior de la casa, por lo que se refiere al interior veremos que tambien podemos proteger y potenciar nuestra hogar con; escobas, muérdago y herraduras, pero no adelantemos acontecimientos y pasemos, en primer lugar al exterior, al felpudo.
Quien mas, quien menos dispone de una alfombrilla o felpudo en el exterior de la entrada de su casa.

Sin duda el proceso casi automático y aparentemente inocente, de pasar los pies por el felpudo antes de entrar en el hogar, se trata de un simple acto de higiene, pero lo que hemos olvidado es que tiene unas importantes  connotaciones mágicas.

Hubo un tiempo en que el felpudo fue un purificador, una forma de prepararse para entrar en un recinto sagrado y protegido. A lo largo de los años, veamos este elemento fabricado con materiales bien diferentes como; cañas, flores, hojas...

Lo cierto es que en muchas estancias iniciáticas o sagradas de diferentes tribus, el felpudo, que no acostumbra a recibir ese nombre, es un simple trozo de tela u otro material previamente consagrado sobre el que el oficiante hace descansar sus pies y a veces todo su cuerpo, como paso intermedio a la entrada del recinto sagrado.

En la actualidad, cuando vamos a casa de alguien nos limpiamos los pies en el felpudo para dejar los restos de la suciedad fuera, pues bien, esa misma accion nos puede servir para realizar un sencillo ritual magico cada vez que entremos en nuestra casa o salgamos de ella.

Para proceder, en primer lugar debemos tomar un felpudo y consagrarlo convenientemente, para ello necesitaremos algo tan simple como dos velas blancas y una negra que colocaremos en triángulo alrededor del felpudo de manera que la negra nos quede al norte y las blancas en las posiciones de este y oeste.

Seguidamente encenderemos la vela de color negro mientras que repetimos en voz alta la siguiente oracion u otra parecida:

"Por el orden del fuego que arde en esta cera negra, ordeno que se retire toda la negatividad que pueda hallarse en esta pieza que ahora convertiré en mágica"

Acto seguido encenderemos la vela de color blanca de la izquierda, para proceder seguidamente a la blanca de la derecha, Cuando ambas estén encendidas diremos en voz alta:

"Pôr el poder del fuego que arde en este cera blanca, ordeno que se manifieste toda la positividad en el felpudo que ahora consagro y personalizo"

A continuacion, mientras mantenemos un estado de relajación y concentracion en lo que hacemos procederemos a extender las manos sobre el felpudo mientras se visualiza la proyeccion de energía positiva sobre él, al tiempo que mentalmente repetimos:

"La energía positiva que ahora sitúo sobre este felpudo me ayudará a preservarme de todo mal, potenciando mi energía natural y ayudandome cuando lo necesite"

FInalmente el operador dejará consumir las velas hasta el final y dará por concluido el ritual. Una vez disponemos del felpudo magico ya consagrados, procederemos a situarlo en la puerta de la casa como si de un felpudo normal se tratara y seguiremos las siguientes instrucciones de uso:

Antes de entrar en el hogar nos frotaremos los pies en el felpudo. Este proceso es muy util cuyando hemos tenido un mal dia o incluso cuando la persona esta condicionada por depresiones e inquietudes, que no son buenas entren en casa. Para dejar los "residuos" fuera del hogar, procederá a frotar cinco veces cada uno de sus pies antes de entrar en la casa diciendo mentalmente:

"Con esta acción dejo en el exterior toda negatividad, toda mala vibración y mal aspecto de los que me acompañan"

Tras la accion anterior entraremos en la casa con normalidad. Este mismo proceso aunque de una forma mas disimulada, debemos practicarlo con las personas ajenas y nuestra vivienda, de manera que les indiquemos con cualquier pretexto que se froten los pies antes de entrar dentro de nuestra casa.
Como es logico no podemos obligarlas a invocar pero si a pensar mentalmente en que dejan fuera de la casa sus residuos mientras vemos que lo hacen fisicamente, con lo que se elimina asi notablemente la posibilidad de aceptacion de un mal de ojo.