DIA 28
EJERCICIO
OBLIGATORIO
En los
términos más simples, la experiencia fuera del
cuerpo, o viaje astral, es la sensación
subjetiva de que su conciencia está
temporalmente situada en el exterior de su
cuerpo físico. Puede haber tenido ya un viaje
astral, despertando en mitad de la noche y
percibiendo que ha dejado su cuerpo tumbado en
la cama, abajo, y que usted flota por encima. O
puede haber conocido uno de los numerosos
informes de los que cuentan que nada más haber
tenido un accidente en la carretera, o un
ataque de corazón, abandonaron temporalmente
sus cuerpos.
Un ejercicio
básico que puede empezar a practicar esta noche,
sin embargo, consiste en una inducción de una
experiencia fuera del cuerpo en mitad de un
sueño lúcido.
Este es un
momento apropiado para que señalemos que el
viaje astral y el sueño lúcido no son
lo mismo. Aunque a menudo se confunden, los
estudios de laboratorio muestran que son
psicológica y fisiológicamente distintos. Por
una parte, no tiene que estar dormido para tener
una experiencia fuera del cuerpo. Por otra
parte, las pautas de ondas cerebrales y las de
los movimientos oculares que han surgido de los
estudios de estas experiencias en el laboratorio
son muy diferentes de las relacionadas con los
sueños.
Sin embargo,
una manera excelente de inducir una experiencia
fuera del cuerpo consiste en inducir un sueño
lúcido. Y ésa es la técnica que aprenderá hoy.
Para empezar,
disponga de un período de aproximadamente una
hora durante el día para visitar un entorno
fácilmente identificable que estimule todos sus
sentidos. Por ejemplo, puede pasar algún tiempo
sentado frente a los leones del zoo de su
ciudad, o paseando entre un huerto lleno de
melocotoneros, o removiendo la basura de algún
lugar cercano. Sea creativo. No vaya a cualquier
lugar que acostumbre a visitar, como su bar
favorito o el centro de compras local. Piense
en algún lugar más inusual, como el museo de
ciencias de su ciudad, o un mercado de pescado
al aire libre.
Busque un
lugar cómodo del entorno elegido en el que pueda
sentarse. Cierre los ojos cinco o diez minutos,
escuchando los sonidos que le rodean: los
sonidos más grandes y distantes, como aviones,
gritos y sirenas, y los sonidos más pequeños e
inmediatos, como las voces de la multitud que
pasa, o las moscas que aterrizan en su
almuerzo. Mantenga los ojos cerrados, tome una
inspiración profunda y observe los olores del
entorno. ¿Huele a animales la jaula de los
leones? ¿Huele a pescado reciente el mercado al
aire libre? ¿Alguien está quemando basura en el
basurero? Respire profundamente, y al mismo
tiempo distinga conscientemente tantos olores
como pueda.
Con los ojos
todavía cerrados, observe las sensaciones de su
cuerpo mientras está sentado. ¿El suelo es
blando, como una duna de arena? ¿O es duro, como
el de un banco viejo del parque? ¿Qué sabor
tiene en esos momentos en su boca, fresco y
mentolado, como el de un chicle de menta, o se
parece más a la pizza de ajo que tomó
como almuerzo?
Abra los ojos
y lentamente mire a su alrededor. ¿Cuál es la
imagen primera y más sorprendente que ve?
Observe las luces y colores de su círculo
inmediato y del entorno más distante. Mire al
cielo y fíjese en el clima. Mire hacia abajo
notando las sombras o dibujos de luz moviéndose
por él. Prosiga esta parte del ejercicio
durante veinte o treinta minutos, y después
levántese y pase el resto del día con toda
normalidad.
Acuéstese a la
hora habitual, utilizando la técnica que
prefiera para inducir un sueño lúcido o muy
lúcido. Antes de apagar las luces, coja el
diario de sueños y elabore una frase que exprese
su intención de tener un viaje astral. puede
escribir una frase como ésta: Esta noche me
daré permiso para abandonar mi cuerpo. De
esa manera, distinguirá conscientemente su
intención para esta noche de la de tener un
simple sueño ordinario de vuelo.
Cuando
practique este ejercicio, puede descubrir que
simplemente el hecho de tomar una decisión
consciente para permitirse un viaje astral basta
para desencadenar la experiencia. Sin embargo,
es más probable la posibilidad de que
simplemente tenga un sueño lúcido, quizá
implicando elementos del lugar en el que
practicó previamente el ejercicio de conciencia
sensoria. En cualquier caso, en cuanto reconozca
que está soñando, dirija su atención hacia su
cuerpo real: no a la imagen de su cuerpo
participando en el escenario del sueño, sino a
su cuerpo físico acostado en la cama. No se
preocupe de mantener el sueño lúcido. Permita
más bien que las imágenes se alejen
tranquilamente hacia el fondo de su conciencia,
o desaparezcan totalmente de su mente.
Mientras hace
esto, es decisivo que no abra los ojos, se mueva
ni se permita retornar completamente a la
conciencia de vigilia. Idealmente, esta técnica
engendrará un estado entre el sueño lúcido y la
vigilia, en el que la realidad física cotidiana
parece adoptar algunas de las dimensiones
flexibles del cuerpo. Mantenga brevemente esta
perspectiva algo distanciada y surrealista hacia
su cuerpo. Después, dirija totalmente la
atención hacia los recuerdos del lugar en el
que practicó, durante el día, el ejercicio de
conciencia sensoria.
Recuerde cómo
se sentía al estar sentado allí con los ojos
cerrados, en ese lugar distante, e imagine que
ha regresado allí ahora mismo, experimentando de
nuevo esas sensaciones. Conjure todas sus
impresiones de ese lugar, desde los sonidos
hasta las texturas, los olores, y las imágenes
visuales más sorprendentes del día. Deje que
esas impresiones cristalicen plenamente en su
imaginación, hasta que sienta casi que se
encuentra presente en ese lugar. Conforme esa
sensación se intensifica, imagínese flotando por
ese entorno distante, experimentándolo desde una
variedad de perspectivas cambiantes. Si sus
imágenes son lo bastante poderosas, puede haber
inducido un viaje astral autentico. Finalmente,
cuando su deseo de «viajar fuera del cuerpo»
haya sido saciado, y cuando le parezca cómodo,
concéntrese una vez más en sus sentimientos
hacia el cuerpo.
Al volver a
poner la atención en el cuerpo, ¿se encuentra
experimentando de nuevo imágenes de su sueño
lúcido? Si es así, regrese directamente al
estado del sueño y prosiga el resto de la noche
con esas experiencias. Si no esa así,
concéntrese en la sensación de estar acostado
en la cama, y gradualmente despierte, o vuelva a
dormirse profundamente.
Nota.
Si no logra salir en astrál en su
primera vez, le sugerimos que no se desespere,
pues la paciencia es fundamental para el logro
del viaje astral conciente. Cuando valla a la
cama recuestese en forma cómoda y relaje su
cuerpo y mente como mas se le facilite hacerlo,
procure que no entren pensamientos de ningún
tipo a su mente, concentrese en los sonidos de
su alrededor, su respiración, los latidos de su
corazón y su cuerpo entero, procure no mover ni
un solo dedo de su cuerpo mientras vá usted
tomando sueño, cuando sienta que está a punto de
quedarse dormido LEVANTESE, hagalo sin siquiera
pensarlo, no meta a su mente en esto, aprenda a
actuar a voluntad sin tener que razonar para
hacerlo, hagalo suave como lo hiciera un
sonambulo, conserve el sueño como un tesoro
precioso, ya que se levante dé un saltito suave,
si logra flotar en el aire ha tenido éxito, de
no ser así vuelva a la cama e intentelo de
nuevo.
Nota.
Si logra desdoblarse procure no
razonar durante la experiencia, solo dedíquese a
vivir el momento, pues de lo contrario pudiera
regresar al cuerpo físico. Acostumbrese a
levantarse cuando esté a punto de quedarse
dormido, verá que en muy poco tiempo logra el
desdoblamiento.
Nota.
A veces las personas no pueden hacerlo tan facil
y la razón es simple, es porque lo intenta
cuando está cansado, el sueño que debe tener
para provocar el desdoblamiento es diferente al
sueño normal, se trata de adormecernos a
voluntad, para eso nos relajamos en cuerpo y
mente y en una postura cómoda dejamos de
movernos y tratamos de ganar sueño. Un consejo
para las personas que tengan problemas con esto
es el siguiente: SI SE SIENTE UN POCO O MUY
CANSADO POR LA NOCHE VAYA A DORMIR COMO
NORMALMENTE LO HACE, PERO PONGA SU DESPERTADOR A
LAS 3 O 4 DE LA MAÑANA, LEVÁNTESE A ESA HORA,
BÁÑESE Y VUELVA A LA CAMA E INTENTE EL
DESDOBLAMIENTO.