Conjuro y salmo para recién nacidos…
Un recién nacido es un alma tan pura y tan fácil de alterar energéticamente, que
es por ello, que para lograr darle mayor protección, recurriremos a este conjuro
y salmo de verdadera efectividad.
Requisitos:
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Autorización y participación de los padres en la acción, ya que inicialmente la
energía de los niños está muy vinculada a sus progenitores y ellos son los que,
al participar en el acto, le pueden ayudar y favorecer más que nadie.
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Agua de manantial que habrá sido recogida ante de las doce del mediodía.
Procedimiento:
1.
Los padres de la criatura permanecerán sentados con el bebé sobre ellos, ya sea
en brazos, tumbado o sentado. Procuraran relajarse muy bien y generar el máximo
de armonía a la sesión de conjuración.
2.
El oficiante también en estado de relajación recitara en voz alta el nombre de
los padres t del niño por cinco veces. Acto seguido pedirá protección para
ellos.
3.
Manteniendo el estado de relajación tomará al niño en brazos al tiempo que los
padres permanecerán de pie y dispuestos a repetir todas y cada una de las
palabras que recite el mago.
4.
Con voz firme, al tiempo que el mago eleva al niño al aire recitará: “Dios que
venciste al mal. Ángeles de la guarda protectores de toda criatura viva sobre el
planeta ¡Yo os conjuro! ¡Yo os invoco! Para que en este día derraméis todo
vuestro poder, toda vuestra gloria, toda vuestra protección y cariño sobre
(nombre del bebé) que ahora se haya entre nosotros”
5.
Tras repetir el conjuro por tres veces, los padres de nuevo tomarán al niño
entre sus brazos y se sentarán. El mago se preparará para entonar el salmo de
alabanza y protección diciendo: “Señor, a ti venimos en actitud de protección.
Señor, a ti pedimos que hagas este favor. Señor dios que estás en las alturas,
ésta es la vida y éste tu poder proteger a este niño de todo mal. Gracias señor,
gracias señor, gracias señor”
Cabe resaltar
que un salmo es una oración cantada, por tanto,
siguiendo un ritmo el mago debe recitar el salmo anterior con una cierta
entonación, sintiendo que al mismo tiempo que lo pronuncia, la energía
protectora se personifica en la sala y recae sobre los padres y el recién
nacido. Si lo desean, los padres pueden cantar con él.