LECCIÓN 9. Los amigos invisibles de las brujas

*    Los seres pequeños.

A menudo tenemos la sensación de no estar solos. Desde el ángel de la guarda en el que nos han enseñado a creer a los cristianos hasta los ovnis, nos resulta difícil pensar que estamos solos en el universo, que somos la única especie pensante, la dominadora, la mejor. Y así es, efectivamente: no estamos solos. Existe (aunque no tengamos pruebas científicas para demostrarlo) una tierra distinta, que algunos llaman “Tierra intermedia”, habitada por criaturas fantásticas que, desde siempre, han despertado la fantasía y han explicado hechos y sucesos que de otra forma serían difíciles de comprender.

Elfos, gnomos, duendes, hadas y otras criaturas etéreas, tan pequeñas que pueden ocultarse bajo una seta o mirarse en las gotas del rocío caído sobre los pétalos de una flor, aparecen en los cuentos de tradiciones y culturas diversas, en las fabulas, en las grandes novelas de caballería, en toda la literatura denominada de fantasía.

Encontramos trazas de los seres pequeños en muchas culturas cristianizadas o no, célticas y africanas, nórdicas y sudamericanas, con características a menudo recurrentes. Entre estos seres hay dos categorías principales de exponer: los de la luz y los de las tinieblas. Los primeros viven en la tierra; los segundos, bajo ella. Los primeros son buenos, joviales, llevan vestidos brillantes y coronas de flores y estrellitas en sus cabellos, son sabios y casi siempre tienen los pies palmeados y deformidades que tratan de esconder a los hombres. Los otros son seres maléficos, viven en cavernas o en bosques espantosos e impenetrables, llevan barba y se visten con largas y tenebrosas capas oscuras y gorros puntiagudos de diferentes colores.

Suelen conocer y hablar el lenguaje de los animales, entre los cuales cuentan con amigos íntimos y enemigos acérrimos. El carácter de estos pequeños personajes varía, siguiendo el testimonio de tradiciones legendarias y de las distintas localidades. En general, se muestran extrovertidos y positivos con quien es bueno, pero adoptan un comportamiento opuesto con quien es malvado o carece de sentido de la responsabilidad; son de carácter particularmente inestables, tímidos y susceptibles hasta la exageración, a menudo son avaros y de temperamento melancólico, pero al mismo tiempo suelen ser risueños, bailarines, jocosos y amantes del canto alegre, como los enanos de blanca nieves. Por regla general, no superar los dos palmos de altura.

Los mejores exponentes de los seres pequeños forman parte de los espíritus elementales;  en otras palabras, están en aquellas criaturas unidas a los cuatro elementos. Pero vamos a analizarlos con mayor detalle.

HADAS:

Con respecto al término hada, recordemos que, en general, la definición procedente del latín fata-orum, corresponde a “encantadora figura femenina de la mitología popular, dotada de poderes mágicos  y generalmente beneficiosos”. Las hadas son seres elementales dotados de un gran poder mágico  y de un carácter particularmente benévolo.

De hecho, suelen acudir en ayuda de quienes son injustamente acusados, perseguidos por la desgracia o víctimas de una injusticia. Según la tradición, cuando nace un niño siempre está presente una o más hadas que le confieren dones particulares, dotes y talento, y también pueden influir en su vida. Las hadas se sienten atraídas de forma irresistible por todas las formas de la creatividad  - el canto, la hilatura, la pintura, la escritura o el cultivo de las flores – y sobre todo por las emociones profundas.

De forma somera, se pueden dividir en varias categorías. Según el elemento en el que viven son hadas de aire, del agua, de la tierra y del fuego.

GNOMOS:

Parece que el término gnomo deriva del latín tardío (siglo XIV) gnomus y se atribuye a la fantasía de Paracelso, que, según se dice, sintetizó con esta palabra el concepto del juicio y sabio. Se cree que existe una conexión con el griego gnomo (“inteligencia”) y genomoi (“habitantes de la tierra”).

Según la mitología nórdica, los gnomos nacieron del cadáver de Ymir, gigante primordial de la mitología germánica asesinado por los dioses Odino, Vili y Ve. Los trozos de su cuerpo sirvieron de materia prima para la creación del mundo.

En general, se considera que los gnomos son depositarios de conocimientos, tesoros y secretos antiguos; son todos ancianos y barbudos, conocen muy bien la naturaleza y cuentan con gran habilidad en lo referente a las técnicas de la mineralogía y de la metalurgia.

Según algunos expertos en los seres pequeños, los gnomos se encariñan fácilmente con las personas y se van a vivir cerca de sus casa; a cambio de un poco de tabaco para la pipa, unas gotas de vino y una galleta, ayudan a las personas de muchas maneras diferentes: “puede dejar las ofrendas para los gnomos delante de la puerta de casa, y si descubre que lo que ha dejado a desaparecido y en su lugar hay una hoja, una bellota o una piedrecilla de forma extraña, puede estar tranquilo porque significa que un gnomo a decidido ir a vivir cerca de usted. No tenga prisa por encontrarlo: será el quien decida como y cuando dejarse ver.

ELFOS:

Con respecto a los elfos, existe cierta confusión, pues, aparte de la subdivisión más o menos estandarizada (elfos de la luz, elfos de las tinieblas, elfos del crespúsculo), en sus fuentes suelen encontrarse indicaciones someras y contradictorias.

Según la definición clásica, en la tradición nórdica se distinguía entre bergaelfen (elfos de las montañas) waterelfen (elfos del agua) y wudueaelfen (elfos de la floresta). Los elfos de la tradición inglesa, graciosos espíritus femeninos, fueron adoptados en el siglo XVIII por la literatura alemana. Su soberano rey es el rey de los elfos. La palabra elfo es, por lo tanto, relativamente moderna  y se afirma que deriva de helfin (chico).

Verlos es dificilísimo, y resulta casi imposible entrar en contacto con ellos. A veces, se puede oír un sonido muy dulce, que hace soñar: es la música élfica, el mayor don que una persona puede recibir  de estas misteriosas criaturas porque, después de haber escuchado esa melodía, desaparecerá mágicamente toda la negatividad que pueda perseguirla.

DUENDES:

Los duendes son criaturas pequeñas que no acaban de estar bien definidas, son pequeños seres evanescentes, presentes muy a menudo en la tradición oral popular. Mientras los distintos tipos de elfos son descritos como criaturas pequeñas y concretas, los duendes son ectoplasmas, reflejos fugaces que no tienen sombra y no dejan huellas. Es emblemático el  vínculo que hay entre el duende  y el fuego fatuo, que hallamos en algunas tradiciones populares. Una característica propia de ellos es la de ser provocadores. Se cree, por ejemplo, todavía hoy que son duendes quienes en las montañas atan las colas a las vacas y roban su lecha apenas ordeñada.

Su nombre, en italiano folleto y en catalán follet, deriva del griego falena, pero hay quien lo hace derivar del latín fol, que significa “soplo de aire”. De hecho, una de sus peculiaridades es su capacidad para esconderse en las corrientes de aire. Son grandes amigos de los animales y les encanta jugar con ellos.

Pero también les gustan muchos las personas, y se divierten gastándoles bromas, a veces pesadas, sobre todo si son muy serias, aburridas, egoístas, avaras y presuntuosas.

Los duendes esconden objetos, hacen tropezar en obstáculos inexistentes, provocan ideas extrañas y hacen decir cosas sin sentido, pero si le cogen simpatía a alguien, le ayuda de muchas maneras.

Tienen también la capacidad para transformarse en cualquier cosa: una ráfaga de viento, una flor, un animalillo, una brizna de hierba, una llamita… etc.

 

Características comunes:

Las criaturas que forman el mundo de los seres pequeños tienen algunas características comunes (relativa a lugares, tiempos y comportamientos), al margen de la tradición o cultura a la que pertenezcan:

·         Viven en el llamado “Reino intermedio” que algunos definen también como “el mundo mas allá del mundo”. Para otros estudiosos se trata de la mítica tierra de Avalon.

·         Son espíritus elementales.

·         Poseen inmensos tesoros, a veces custodiados por guardianes.

·         Sus “viviendas” suelen estar siempre en alturas o colinas, hasta el punto de que se les llama Seres de las colinas.

·         Se sienten a sus anchas también en lugares inaccesibles porque no están contaminados.

·         En ocasiones regalan oro de su propiedad a las personas buenas. Según la leyenda, el recipiente con el oro de los seres pequeños está en el punto donde cae el arco iris.

·         Por regla general, su aspecto es agradable y casi nunca horrible.

·         A veces se sabe que no son humanos por alguna deformidad, sobre todo pies de cabra o de oca, cola, pezuñas…

·         Les encanta bailar en círculo (sobre todo a las hadas y a los elfos). Donde han bailado suelen quedar huellas: hierba aplastada, círculos de setas blancas, etc.

·         Con frecuencia ayuda a quienes tienen dificultades o a quien se ha perdido. Avisan de la caída de las avalanchas, etc.

·         Se comida también es mágica: quien come de ella queda prisionero del “mundo más allá del mundo” y no puede regresar al mundo de la realidad.

·         Cantan con voces bellísimas y melodiosas (en especial los elfos y las hadas).

·         Muchos exponentes de los Seres Pequeños enseñan a las personas alguna actividad importante: hacer mantequilla, hilar, trabajar la leche y los productos de las abejas, los metales, etc.

·         Según algunas fuentes, las hadas raptan a los hombres bellos, los encierran en castillos encantados y les borran la memoria de su vida terrenal.

·         Algunos miembros del mundo de los Seres Pequeños se enamoran, a veces, de seres mortales; así puede suceder que sobre todo un hada decida renunciar a sus poderes para vivir un sueño de amor con un hombre. Estas relaciones, sin embargo, acaban casi siempre de forma trágica.

·         A veces, sobre todo enanos y gnomos desfilan como si participasen en una procesión. En realidad están regresando de sus respectivos lugares de trabajo, los yacimientos d los minerales.

·         Cuando se les pide, estos seres fantásticos pueden predecir el destino.

·         A veces, sobre todo en el  caso de las hadas, hacen de madrinas de personas destinadas a convertirse en personajes importantes.

·         No es fácil observarlos porque su cuerpo está formado por elementos de la naturaleza (aire, agua, tierra y fuego) y con frecuencia son evanescentes.

·         El tiempo de los Seres Pequeños es distinto al de los humanos: de hecho, unos pocos minutos vividos en su mundo corresponde a cientos de años nuestros.

·         También sus armas son especiales. Por ejemplo, los elfos usan “proyectiles” especiales confeccionados con metales desconocidos o piedras procedentes del espacio. Estas armas pueden herir a los órganos internos sin dejar la más mínima señal en la piel.  Quienes han sido traspasados por estas flechas a veces no mueren, pero se comportan de forma extraña, como si estuviesen locos, y no hay forma de curarlos.

 

Resumen:

-          Pertenecen a los Seres Pequeños criaturas fantásticas de la tradición.

-          Las hadas son personajes que protegen y ayudan.

-          Los elfos son seres elementales fundamentalmente buenos.

-          Los gnomos son criaturas pequeñas de la tierra.

-          Los duendes son provocadores pero generosos.